En el mes de noviembre indagamos en la fiesta céltica del Samaein, una de las cuatro celebraciones que tenían al año este sabio pueblo. En febrero, entre los días uno y dos se festejaba el Imbolc; una fecha de purificación, dedicada a Brihid (apelativo del céltico Brig "exaltado"). Inicialmente era una de las hijas del dios Dagda,versada en poesía, experta en conocimientos secretos y su figura esta relacionada con la soberanía. Sus vacas producían un lago de leche y por eso su festividad está relacionada en un principio con la lactancia de las ovejas. Proporcionaba alimentos sin fin y con una sola medida de malta era capaz de elaborar cerveza para todos los que le pidieran. Sus dos hermanas se asociaban con las artes curativas y la artesanía, confundiéndose a
veces las tres en una sola deidad. Los druidas, bardos y herreros le rendían pleitesía y con el tiempo se convirtió en diosa de las artes, de la magia, de la guerra y la medicina. Su importancia fue tal que le erigieron un santuario en Kildare (Irlanda), donde diecinueve sacerdotisas mantenían el fuego de la llama perpetua. Este recinto estaba rodeada por un seto y si algún varón se atrevía a cruzarlo caía en una locura perpetua. Con la llegada del cristianismo pasó por la batidora del sincretismo religioso y se convirtió en santa Brigida de Kildare, uno de los miembros más venerados del santoral irlandes y se considera protectora de los rebaños, el hogar familiar y los partos, gozando también de la categoría de madre adoptiva de Cristo. Bueno, ahora me voy a tomar un buen tazón de leche fresca; verdadera ambrosía, que me a enviado mi amiga Brihid por hacerle propaganda en este blog y el próximo post céltico no será tan dulce, toca el uno de mayo, el Beltain, la que después convirtieron en la siniestra noche de Walpurgis ja ja ja..............
No hay comentarios:
Publicar un comentario