Las causas del extraño abandono; en el siglo XV, de los casi mil templos de Angkor (capital político religiosa del imperio jemer, en la actual Camboya) siguen siendo en la actualidad objeto de debate para los historiadores. Tenía una extensión de 3.000 kilómetros cuadrados y vivían en su entorno unos 800.000 habitantes. Su prosperidad se basaba en una compleja red de canales, presas, embalses y acueductos, que permitía aprovechar todo el año el agua de los monzones estacionales para obtener varias cosechas de arroz. Llegaron a desviar cursos de ríos y a construir lagos artificiales de 8 kilómetros de largo por 2,2 de ancho, empleando para las colosales obras unos 200.000 trabajadores, lo que refleja el poder estatal del imperio.
Esta compleja ingeniería para el control del agua se reveló inútil cuando llegaron extremas sequías o cuando faltó la mano de obra necesaria para acometer las ingentes obras de mantenimiento que precisaban los cientos de kilómetros de infraestructuras. Otros factores parece ser que también contribuyeron a su colapso. Tenían que hacer frente a las invasiones periódicas que provenían de Siam y del norte, así como a fuertes revueltas internas propiciadas por el cambio de religión. El budismo; que fue adoptado por el
campesinado, tenía un mensaje mucho más igualitario y amenazaba los privilegios de las élites, que seguían siendo hinduístas. Parece ser que la combinación de distintos elementos climáticos, militares, políticos y religiosos fue lo que llevó al total despoblamiento de la región de Angkor, cuyos hermosos templos pasaron casi en su totalidad a ser engullidos por la voraz e impenetrable jungla asiática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario