África Oriental Alemana fue una colonia de Alemania en el África
Oriental, con una extensión de 994.996 km², que incluía lo que en la
actualidad es Burundi, Ruanda y la parte continental de Tanzania.
Comenzó a existir en la década de 1880 y desapareció tras la Primera
Guerra Mundial, cuando la zona fue adjudicada al Reino Unido en el
Tratado de Versalles (1919).
El objetivo de los británicos era la ocupación del África Oriental
Alemana y así el 5 de noviembre de 1914 el ejercito colonial Británico
con 8.000 soldados reservistas indios se enfrentó a un millar de Askaris
africanos (tropas indígenas que sirvieron en los ejércitos coloniales
europeos durante los siglos XIX y XX) que luchaban bajo bandera alemana.
La buena disposición táctica del Comandante Paul Emil von
Lettow-Vorbeck hizo que el ejercito germano derrotase al dirigido por el
General Británico Arthur Aitken en una batalla encarnizada gracias a unos inesperados aliados.
General Paul Emil von Lettow-Vorbeck |
El general británico Arthur Aitken pensaba que los alemanes habían
minado la zona que rodeaba al puerto y decidió que la flota se dirigiera
3 millas hacia el sur y desembarcase allí los 8.000 soldados indios
para dirigirse desde allí hacia el norte y tomar la ciudad. Al día
siguiente Aitken las tropas británicas tuvieron que marchar sin enviar
exploradores y cayeron en una emboscada de la guarnición de Tanga. Al
caer la tarde, tras varias horas de lucha en la selva, los soldados
británicos que se encontraban en una zona de marismas comenzaron a ser
atacados por enjambres de abejas salvajes, que tenían sus panales en
los troncos huecos de los arboles. Pero las abejas no formaban parte del
plan de guerra ni estaban “hábilmente adiestradas”, tal y como aseguró
el diario inglés “The Times”.
Pese a estar en clara desventaja numérica (superado por 8 a 1), Paul
von Lettow-Vorbeck aprovecho hábilmente el ataque de sus "aliadas la
abejas" y ordenó un contraataque, obligando a las tropas indias a
volver a los botes de desembarco. Esta victoria fue la primera que Paul
von Lettow-Vorbeck consiguió en la Primera Guerra Mundial y fue recibido
en Alemania como un héroe; pero a las abejas no las condecoraron. Debía ser muy difícil ponerles una cruz de hierro.
Cadáveres de soldados indúes después de la batalla. |
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