Los yoguis tibetanos definen un tulpa como una figura visible, incluso tangible,
creada por la imaginación de un individuo. Debido a que otras personas los pueden ver, no es una alucinación como se entiende comunmente. Para realizar esta construcción mental hace falta una mente disciplinada , largos períodos de meditación y ciertos rituales que permiten la materialización de las ondas mentales. Pueden emitir olores, sonidos y su forma puede ser variada: un ser humano, un animal, un objeto o un paisaje. Lo normal es que tengan una vida corta, sin embargo, si esa creación es fruto de un temor inmenso o de una pasión esa materia mental adquiere una forma más permanente que puede escapar al influjo de su creador.
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Alexandra David-Neel. |
Los tulpas fueron conocidos en occidente gracias a Alexandra David-Neel (1868-1969). Nació en Francia y estudio en la Sorbona, pasó años viajando por las regiones remotas y desconocidas del Tibet y visitó lugares que ningún viajero blanco había penetrado. En su país recibió la medalla de oro de la Sociedad Geográfica de París y fue nombrada Caballero de la Legión de Honor; sin duda, una mujer de armas tomar y una adelantada para su época. Durante los años 20 convivió con los yoguis tibetanos y pudo ver los tulpas creados por los monjes, por lo que decidió tener el suyo. Tras meses de meditación profunda apareció un monje bajo, obeso y bondadoso que aparecía y desaparecía intermitentemente. A veces, nuestra protagonista sentía como la rozaba una mano y una vez una le tocó el hombro. De pronto, y como ella misma describe en su obra Magic and Mystery in Tibet: "El hombre gordo con mejillas regordetas enflaqueció, su rostro adoptó una expresión vagamente burlona, astuta y maligna. Fue más problemático y atrevido. En breve escapó a mi control". Alarmada intentó disolver su creación pero era extremadamente duradera por lo que tardó seis meses en devolverla al reino imaginario del que lo había sacado. Así que lectores y lectoras del antro si estan pensando lo que yo, cuidado, que pueden crear un tulpa que se pase después al sadomasoquismo, jajajaja.
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