Los años setenta no fueron buenos para los chupasangres, pero nos dejaron una serie de películas curiosas donde podremos encontrar vampiros exóticos por un lado y humorísticos en otro. Desde la tierra de los mariachis surguió El Santo. Este luchador llamado Rodolfo Guzmán Huerta(1917-1984) debutó en los rings de lucha libre en 1917 siendo su carrera profesional meteórica. En 1942 adoptó el nombre artístico de El Santo y la peculiar máscara plateada con la que cubría su rostro y que nunca se quitaba,recordando su aspecto a los super héroes de los comics americanos. En pleno auge de popularidad su figura fue llevada al mundo de las viñetas por el artista y editor José Guadalupe Cruz cuya cabezera se titulaba Santo, el Enmascarado de Plata. Será en 1958 cuando de el salto a la gran pantalla, llegando a protagonizar unos cincuenta y dos largometrajes. En ellas se tuvo que enfrentar a rudos adversarios, entre ellos mounstros de todo tipo y depredadores de la noche. Esta tendencia comenzó con Santo contra las mujeres vampiro(1962), empezando aquí sus peripecias ocultistas que
continuarían con Santo y el tesoro de Drácula (1968), donde el héroe viaja al pasado para robarle el tesoro al Conde y repartirlo entre los indigentes y menesterosos del Méjico contemporáneo.Voverá a enfrentarse contra las féminas vampíricas en La venganza de las mujeres vampiro(1970), donde regresaba la malvada sacerdotisa no muerta Tundra. Sus otros films más relevantes para los que disfrutamos del género fueron: Santo y Blue Demon contra los mounstros (1969) Santo y Blue Demon contra Drácula y el Hombre- lobo (1973), Santo contra las momias (1970), Santo en la venganza de 
la momia (1970) y Santo contra los zombies (1971) donde los cadáveres de varios delincuentes son resucitados por un científico loco para cometer diversos y variados crímenes. Sus películas estaban satinadas por bellas mujeres que le daban un cierto matiz erótico, con desnudos variados, pero sin llegar nunca al enfoque pornográfico.
En 1972 apareció para el séptimo arte el primer vampiro de color naciendo así Blacula, conocido en España como Drácula negro que protagonizada William H. Marshall y estaba dirigida por William Crain. La banda sonora rompía ya los canones clásicos establecidos y al ritmo de rhytman blues nos vamos acercando a la figura del príncipe africano Mamuwalde. La acción comienza en el año 1780, cuando nuestro protagonista pide ayuda al Conde Drácula para frenar el tráfico de esclavos en su reino. El noble transilvano se niega y vampiriza a nuestro personaje, que es encerrado en un ataúd sellado por el Conde para atormentarlo para toda la eternidad. En 1972 su cárcel con él dentro es comprado por dos decoradores de interiores de los Angeles que cometen el error de abrir el féretro soltando a la bestia que hay en su interior. La película recibió todo tipo de críticas en Estados Unidos y fue la más taquillera del año. Obtuvo ese mismo año el Premio Saturn a la mejor película de terror y tuvo una secuela en 1973 titulada Sceam Blacula, Scream que inspiró una serie de películas de terror con temas de Blaxploitation.
Acabaré con una cinta producida por la Hammer y Shaw Bros en 1974. Dirigida por Roy Ward Parker, Kung Fú Contra los siete vampiros de oro se covirtió en un icono donde se mezclaba el vampiro clásico, el exotismo, la sangre y las artes marciales. Son famosas sus escenas de subido tono torture que recuedan a las míticas películas de la saga Fu Manchu y el elenco de actores está encabezado por el mítico Peter Cushing donde demostró que a pesar de su físico endeble era un consumado atleta. Recomiendo a los aficionados su visionado por su estética que hoy en día nos parece un poco pulp y porque marcó el fin de una época. En el próximo artículo indagaré en las tres cintas de vampiros donde el humor es su carta de presentación, pero no adelantemos acontecimientos y síi pueden busquen las cintas reseñadas, lo agradeceran.El Santo y las mujeres vampiro.
Blácula.
Kung Fu contra los 7 vampiros de oro.
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