Celoso de las hazañas de su primo Heracles, el futuro rey de Atenas decidió limpiar de indeseables el camino que iba entre el Peloponeso y el Atica según nos relata Plutarco. Al primero que se enfrentó fue a Perifetes, un matón que machacaba el cráneo de los viajeros con una masa y al que le dió de su propia medicina. En el Istmo de Corinto mató a Pitiocampes "doblador de pinos", que descuartizaba a los transehuntes atándolos por las manos a dos pinos doblados que luego soltaba de golpe, de esta misma manera acabó nuestro héroe con él. Después se topó con una bestia, la jabalina de Cromión. Este animal monstruoso; hijo de Tifón y Equidna, era alimentado por una anciana, Faya, de la que tomó su nombre. Campaba a sus anchas por Grecia devorando a los que se topaban con ella y Teseo la atravesó con su espada camino a Atenas. En Megara aplicó a Escirón el mismo castigo que el daba a los que atracaba. Les obligaba a lavarse los pies y de un puntapié los precipitaba por un acantilado al mar donde eran devorados por una tortuga, Escirón practicó también el vuelo sin motor. Llegando ya a Atenas, en la vecina ciudad de Eleusis derrotó al cruel pugilista Cerción, un gran luchador que obligaba a los viajeros a desafiarle y acababa con ellos sin piedad. Sólo nuestro protagonista pudo derrotarlo con los puños liberando así la polis de los caprichos del loco boxeador. Cerca ya de su destino acabó con la vida de Damastes, apodado Procustes. Este elemento tenía un lecho largo y otro corto y obligaba al caminante a tumbarse en uno de ellos, estirándolo si se quedaba corto, le cortába los miembros si le sobraban o los golpeaba con un martillo hasta igualarlos con el lecho, toda Grecia celebró con gran alegría que la libraran de tan sádico psicópata. Ya en Atenas fue enviado a una misión imposible por su padre Egeo (el rey de Atenas aún desconocía la identidad del héroe) a instancias de la maga Medea, que quería la muerte del joven. Teseo derrotó a la bestia y ya se puede imaginar el lector lo que cenaron los habitantes de la ciudad ese día.
El único trabajo que realizó fuera de la península griega, fue el que le dio más renombre y pervivencia en el arte y la literatura. El oráculo de Delfos había impuesto un cruel tributo a la polis de Teseo por una culpa pasada.Tenían que entregar catorce jóvenes atenienses (siete de cada sexo) a Minos, rey de Creta, allí eran encerrados en el palacio del Laberinto y devorados por un terrible mounstro, el Minotauro. Con la ayuda de la inestimable Ariadna y su hilo, Teseo penetró en el Laberinto del rey Minos y dio muerte al Minotauro, liberando a Atenas de un ominoso tributo.
La bella y enamorada Ariadna es abandonada en la isla de Naxos. La leyenda nos da varias explicaciones. Las malas lenguas dicen que el abandono fue porque la traicionó su amado por otra mujer, siendo esta versión la más difundida. La más minoritaria nos cuenta que la joven fue desembarcada debido a que se encontraba mal por el embarazo. Teseo zarpó con la intención de volver más adelante, pero ella murió. De todos modos en la primera versión; la más habitual del mito, el destino de la bella fémina es mejor que el de otras heroínas de la Grecia Clásica. El dios Dionisio se enamora de ella y la hace su esposa. Hay quien justifica la conducta de Teseo, atribuyendo el abandono a una orden divina para unir la pareja. La corona que le regaló el dios a su esposa nos contempla todas las noches a los ciudadanos del hemisferio norte, la constelación de la Corona Boreal, que maravillosa muestra de amor.
La bella Ariadna en Naxos. |
Teseo en el Peplum.
Crátera ática hecha en Atenas hacia 440-430 a.C. Museo Británico, Londres. En ella podemos observar los diferentes trabajos de Teseo. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario