miércoles, 10 de diciembre de 2014

Melusina y León V de Armenia.

El regreso de la cruzada. Karl Friedrich Lessing. S.XIX. Bonn, Rheinisches Landesmuseum.

En torno a las cruzadas también se tejieron hermosas leyendas, como las que unen a nuestros dos personajes. La historia de Melusina está narrada por Jean de Arras, librero del duque de Berry, que tenía como último objetivo justificar los derechos del duque sobre el castillo de Lusignan. Nuestro ilustre cronista inicia su relato con el encuentro del rey Elinas de Albión y el hada Presina. Ella accedió a casarse con el mortal siempre que éste le jurase que "si tenemos hijos no intentaréis verme durante el parto y mientras los críe". Humano, al fin y al cabo, Elinas incumplió su promesa y Presina huyó del reino, refugiándose en la Isla Perdida junto a sus tres hijas: Melusina, Melior y Palestina. Sus lágrimas recordaron durante años los tiempos felices de su matrimonio y las hijas apesadumbradas juzgaron como único culpable a su padre. Como venganza decidieron encerrar a su progenitor para siempre en la montaña de Brumbloremlión, en Northumberland donde debía permanecer para siempre. Lejos de agredecer el gesto, Presina lamentó la desgracia del marido y castigó a sus hijas: "Melusina, te convertirás los sábados en serpiente del ombligo para abajo; si encuentras a un hombre que te quiera tomar por esposa, debe prometerte que no te verá ningún sábado, y si te descubre, que no lo revelará a nadie.......".A Melior se le concede un castillo hermoso y rico en Gran Armenia; " en él custodiarás un gavilán hasta que vuelva el Alto Dueño: Todos los caballeros que vayan allá a velar la antevíspera, la víspera y el día veinticinco de junio, si no se duermen un instante, recibirán un regalo tuyo    ; pero si piden tu cuerpo o tu amor, para casarse contigo o para cualquier otra unión natural, serán desgraciados hasta la novena generación y perderán sus riquezas....."Palestina, serás encerrada en la montaña de Canigón hasta que un caballero de tu estirpe llegue allí ..... y te libere".

Melusina de JinxMim.


Melusina cunplió su destino, encontró un hombre con el que fue feliz hasta que el marido la vio un sábado mientras se bañaba. Hasta el ombligo tenía la forma de una bella mujer y de allí para abajo tenía como la cola de una serpiente, "del grosor de un tonel donde se ponen los arenques......". Descubierta saltó desde una de las ventanas de la habitación y lo hizo tan sutilmente como si volara, huyendo en forma de serpiente alada hacia Luisignan. Mientrás le duró la felicidad y actuó como cualquier esposa y madre del momento tuvo, entre otros hijos, a Urién y Guyón, esforzados caballeros que acudieron a las cruzadas y que obtuvieron como premio a sus virtudes guerreras la mano de dos princesas. El primero se casará con la hija del rey de Chipre, y el segundo con Florida, hija del rey de Armenia.





Años más tarde, uno de los sucesores de Guyón supo que en la Gran  Armenia había un castillo habitado por una hermosa dama dueña de un gavilán. A todo caballero de noble linaje  que lo velaba durante tres días y tres noches sin dormir se le aparecía la señora de la fortaleza, que le otorgaba al caballero el don que pidiera, si eran bienes temporales y no deseaba pecar con su cuerpo o tocarla carnalmente. El rey veló la antevíspera, víspera y día de San Juan (noche mágica desde los albores de la humanidad) y cuando llegó el momento de pedirle los bienes a los que se había hecho acreedor renunció a todo y sólo pidió yacer con el hada. Recibió como respuesta la historia de su familia y una amenaza para el futuro: "Loco rey, tú desciendes del rey Guyón, hijo de Melusina, que era hermana mía....Sufrirás por tu atrevimiento. Tú y tus herederos perderéis poco a poco la tierra, el haber, el honor y la heredad, hasta que llegue el noveno sucesor legítimo, que por tu culpa perderá el reino que tú tienes. Este rey tendrá nombre de animal salvaje.....".





Busto de León V.
Aunque el relato pudo formar parte de la antigua leyenda, no sería extraña su invención por Juan de Arras, que tuvo ocasión de conocer o de oír hablar de León V de Armenia (1342-1391), que murió en París un año antes de que se escribiera la historia de los señores de Lusignan, descendientes del hada Melusina y lateralmente de León V. Las crónicas castellanas hablan de él por primera vez en 1380, cuando prisionero del sultán turco pide ayuda a los reyes cristianos para que lo liberen del cautiverio, pidiendo su captor joyas de las que no había en su tierra ya que es tan rico que no quería oro. Los embajadores de León de Armenia pasaron por Castilla y Juan I decidió liberarlo. El rescate partió en una galera del rey de Aragón; Pedro el Ceremonioso, desde Barcelona y en ella también viajan embajadores de dicho rey con cartas de ruego para interceder por el ilustre cautivo. Una vez liberado acudió primero a Aviñon a postrarse ante el papa, pasando después a Castilla para mostrar su agradecimiento a Juan I . El monarca castellano le dió además de joyas, el señorío de Madrid, Ciudad Real y Andújar. Así se cruzan mágica y caballerescamente las historias del rey de Madrid y el hada Melusina. Hay otra historia de paladines y hadas, la historia del Caballero Cisne y que prometo traer por aquí en breve, mientras les dejo con la prosa de Pero López de Ayala que nos narra brevemente la epopeya de tan célebre rey.


"Era de los reyes de Chipre, de un linaje muy alto que decían Lusiñano, e venía de Babilonia, do estuviera preso en poder del soldan, e se le librara de la prision por ruego del rey don Juan de Castilla y el rey don Pedro de Aragón, cuyos mensajeros fueron juntos hasta Babilonia aunque los mensajeros del rey de Aragón (enfatisa López de Ayala) no llevaban joyas para el soldán, salvo sus cartas de ruego".




Solidus de León V de Armenia.





Tumba del rey. Convento de las Celestinas.

*Jean d'Arras escribió, a pedido del duque de Berry , según relata en la introducción, un largo romance en prosa titulado el Roman de Mélusine de la Chronique de Melusine parte de Le Noble Hystoire de Lusignan ("La noble historia de los Lusignanos"), en 1392-94.








































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