jueves, 31 de julio de 2014

Un año con todos ustedes.




Hace un año exactamente, comenzé con esta locura de blog y desde aquí quiero dar las gracias a todos esos lectores que me siguen por todo el mundo desde los lugares más variopintos. Este mes se han vatido el número de visitas; unas tres mil, lo que me dan más ganas de seguir con esta disparatada aventura. Ahora cierro momentaneamente el antro ya que me voy de vacaciones, pero vendré con las pilas cargadas. Aún no he tocado el vampiro en la antiguedad ni en el mundo islámico, la bestia de Gévaudan vendrá a visitarnos en breve junto al Barón Sangre y muchos misterios más. Disfruten todos de este mes de agosto y un fuerte abrazo de este que aquí escribe. Me voy que me espera esta bella vampira a la luz de la luna en esta hermosa playa.






La Dafnomancia.



Hoy traigo por el antro una de las diversas formas de magia adivinatoria más usada en la antiguedad. El material empleado era el laurel común (Lauris nobilis) y no el laurel cerezo  (Prunus laurus cerasus); asociado a la hechicería. Era el árbol consagrado a Apolo debido a que su amor imposible Dafne; hija del dios de los ríos Peneo y la ninfa Creúsa, pidiera a su padre que la convirtiera en laurel para librarse del acoso del dios,  deséo que él le concedió. Se practicaba de dos maneras una consistía en echar al fuego una rama seca y por el chisporreo, el centelleo y por el humo producido durante la quema, se sacaban los presagios. Estos eran inciertos cuando la rama se consumía sin hacer ruido alguno y se vaticinaba con toda certidumbre cuando chisporroteaba ruidosamente, las chispas eran abundantes y se obtenía una finísima humareda siendo todo esto un buen augurio. La otra manera, consistía en mascar unas hojas de laurel; el augur cerraba los ojos y empezaba el trabajo de concentración mental y al cabo de un tiempo, más o menos largos, daba la respuesta a la consulta que se le había hecho. Esta última forma de adivinación es la que practicaban las Pitonisas, las Sibilas y los sacerdotes de Apolo, que eran llamados dafnéfagos, es decir, comedores de laurel. 



miércoles, 30 de julio de 2014

El asesinato de Napoleón.

Traslado de los restos del Emperador a Francia en 1840. J.B. Isabey.


"Muero prematuramente, asesinado por la oligarquía inglesa y su matón a sueldo". Napoleón, tres semanas antes de su muerte.


Después de ser derrotado en 1815 en Waterloo, Napoleón se entregó a los británicos porque esperaba de ellos  un trato magnánimo. En cambio, fue exiliado a una lejana isla del Pacífico sur, Santa Elena, una ínsula ahogada en la neblina y azotada en el verano austral por la tempestad y el viento con un ruido ensordecedor. Se instaló en una pequeña villa llamada Longwood House con un pequeño séquito de allegados, de los que destacaría a Henri-Gratien Bertrand, exmariscal de su palacio, su ayuda de cámara Luis Marchand y el conde Charles-Tristan de Montholon; un chaquetero que cambió de bando cuando Bonaparte regreso de Elba. Los dos primeros ya sospecharon del asesinato de su general desde el momento que su cuerpo fue exhumado en 1840, la ropa la tenía raída pero el cuerpo estaba bien preservado, lo que indicaba que Napoleón había ingerido dosis crónicas de arsénico. La autopsia oficial realizada por su médico Antommarchi y siete doctores británicos diagnosticaron la muerte por una úlcera estomacal cancerosa y ahí quedó la cosa. Sten Forshufvud, un odontólogo sueco, experto químico y toxicólogo, leyó en 1955 las memorias de Marchand y concibió la idea de que el Emperador había sido asesinado. Se enteró más tarde que un médico forense escocés, Hamilton Smith, había descubierto el sistema para detectar envenenamientos por arsénico analizando el cabello expuesto a una determinada radiación nuclear. Stern se dedicó durante años a buscar cabellos del difunto y los halló, ya que era costumbre de la época entregar mechones de cabello a los amigos y familiares  más allegados. Estos demostraron la misma secuencia en las curvas de su salud que describió Marchand. Según éste, desde septiembre de 1820 a marzo de 1821, el Emperador había sufrido seis graves crisis y los trabajos de Smith determinaron que en esos períodos tenía en su cuerpo hasta sesenta veces más arsénico de lo normal (se considera normal hasta un 0,8 por millón). Alguien le
 La primera tumba de Napoleón.
Charles_Tristan de Montholon.
La bella Albine.
estuvo suministrando arsénico en dosis elevadas pero no mortales, con una regularidad aproximadamente mensual. Cuando comenzó el investigador sueco a publicar el fruto de sus pesquizas recibió cabellos de varias épocas. Los análisis de los cortados en 1816 o antes mostraban períodos de envenenamiento elevado (hasta un 95 veces sobre lo normal) combinados con momentos próximos a la normalidad. Ocurría lo mismo con los cortados en 1818 y entregados como recuerdo a la familia Balcombe, en cuya hacienda vivió Napoleón los primeros meses de Santa Elena y que fueron luego, proveedores de los alimentos de la mansión de Longwood en la que residió desde 1816. Los Balcome abandonaron la isla antes del óbito del Emperador y ya su cuerpo tenía dosis del veneno más de lo normal. A ello debemos sumar el calomel y elemético tártaro recetado por los doctores, que combinado con las almendras amargas que tomaba el Emperador fue el causante de la úlcera encontrada en su estómago y que lo debilitó facilitando los efectos del arsénico. Su progresiva obesidad también se justifica por la toxicidad de dicha sustancia; el llamado síndrome de Froehlich, con distrofia adiposo-genital, caracterizada por un tipo específico de obesidad e hipogenitalismo (nada que ver con los enfermos que mueren por cáncer, extremadamente delgados). El doctor Forshufvud dedujo que el asesino era alguien que estuvo con él durante todo el exilio y que Bonaparte había ingerido la mortal sustancia através del vino que tomaba. Este venía embotellado desde Santa Elena,y cuando regaló a algunos de sus compañeros de destierro una botella de vino, también enfermaron misteriosamente algún tiempo. Pero como decía mi amigo Holmes, busca a quién beneficia el crimen y encontrarás al asesino. Para el investigador sueco no hay ninguna duda, el asesino fue Montholon. Tenía numerosos motivos y que, inexplicablemente, se conquistó el afecto de Napoleón mediante una campaña bien planificada. Era un aristócrata, por tanto, poco simpático a priori para el Emperador. Debía el generalato a Luis XVIII, que le ascendió durante la reclusión de Bonaparte en Elba, era por lo tanto un monarquico declarado. Intentó alejar al último médico, llamado Antommarchi, ya que era un experto patólogo que podría advertir el envenenamiento al hacer la autopsia. Alentó la administración de medicamentos nefastos para el paciente, la ingesta de emético tártaco y calomel fueron apoyadas por él. Tenía además las llaves de la despensa y estaba al cuidado de la bodega del Emperador, siendo el único que tenía alcance a dichos caldos y fue el único que no regresó del séquito cuando fue exhumado el cadáver del Emperador . Además su bella esposa Albine quedó embarazada en la isla y se rumoreaba que el padre era el mismo Napoleón, que solía coquetear con ella durante el exilio. La niña que tuvo en la ínsula recibió el nombre de Napoléone, un poco sospechoso, no creen.
Hudson Lowe.
Inexplicablemente, el investigador sueco descarta al gobierno británico que también deseaba librarse de tan molesto y caro huesped. La guarnición de la isla se triplicó y pasó a ser de 1000 a 3000 efectivos y su reclusión costaba la elevada cifra de ocho millones de libras esterlinas anuales de la época. El gobernador de la isla  Hudson Lowe era frío , severo, reglamentarista y le hacía la vida imposible al ilustre recluso. Incluso amenazó con un consejo de guerra al primer doctor que tuvo Napoleón, el doctor irlandés Barry O'Meara, cuando se puso de parte de su paciente. Incluso sabiendo del mal estado del prisionero, siempre boicoteo las noticias que salían fuera de la isla, falsificando las evidencias.
Forshukvud lo descartó como posible asesino ya que no tenía acceso al vino embotellado, y yo me pregunto, ¿no traían esos caldos los barcos ingleses? ¿no podían llegar ya manipulados?. Para mí Napoleón Bonaparte fue víctima de dos gobiernos, por un lado el británico y por el otro Los franceses borbónicos. ¿Ustedes qué opinan?.





viernes, 18 de julio de 2014

Las momias "blancas" de Xinjiang.





En el museo chino de Urunqui, en la región de Xinjiang, el profesor estadounidense Victor Mair, profesor de chino en la Universidad de Pensilvania, descubrió en 1987 un grupo de tres momias que habían sido datadas entre el 2.500 y el 300 a.C con un aspecto poco corriente. El cabello rubio o pelirrojo, la nariz alargada y los ojos hundidos no son los rasgos de la raza china, sino de pueblos de origen europeo o caucásico desconocidos en aquellas latitudes. El profesor comprobó que los cuerpos llegaban al centenar y no habían sufrido un proceso de momificación en especial, sino que su conservación se debía a la sequedad del terreno donde habían sido depositados los cadáveres. ¿Pertenecen
a los yuezhi o loswusum mencionados en algunos documentos chinos referidos a los bárbaros que ocupaban la frontera occidental del país y fue el motivo de la construcción de la Gran Muralla?, descubrimientos de este tipo hacen reconsiderar algunas teorías ya clásicas en donde se daba a entender que la cultura china estaba basada en un sustrato original sin ninguna influencia exterior. Para su redescubridor Victor Mair, estas momias serían una prueba más a favor de las hipotéticas relaciones comerciales y culturales que pudieron tener los chinos en el alba de la civilización. Teorías que ahora se deberán demostrar y que abren una puerta desconocida a la ya de por sí misteriosa China.









martes, 15 de julio de 2014

La Misteriosa Hegra (Madain Saleh).

Qasr El-Farid. Llamada "la Solitaria"

Hoy en el antro nos vamos de expedición con dos padres dominicos: Antonin Jaussen y Raphael Savignac. El 6 de abril de 1907, estos profesores de la Escuela Bíblica y Arqueológica de Jerusalem llegaron a Madaim Saleh enviados por la Sociedad Francesa de Excavaciones arqueológicas. Partieron de la Ciudad Santa el 17 de marzo, atravesarón el río Jordán y llegaron a Madaba en Jordania. Allí tomaron un ferrocarril hasta Tabuk y los 250 km restantes los hicieron a lomos de un camello. Durante tres semanas recorrieron la zona, examinando todos los rincones de los macizos de arenisca que salpicaban la llanura buscando una ciudad mítica perdida entre las brumas del tiempo. En ésta y en dos expediciones posteriores (1909-1910) no encontraron viviendas pero sí tumbas y fortificaciones. Ellos ya sabían por Petra que los nabateos usaban los macizos de arenisca para excavar sepulturas. En Hegra hallaron los mismos tipos de coronamiento con almenas y frontones de tipo grecorromanos, siendo los más ricos y mejor conservados los del macizo conocido como Qasr el-Blint, al este de las ruinas de la urbe. Descubrieron también el "lugar santo"de la ciudad localizado en Djebel Ithlib, un macizo situado al este de Qasr el-Bint. Se accede a él através de una estrecha garganta, en cuya entrada se halla una
sala rupestre para banquetes (diwan). Nichos votivos con piedras sagradas e inscripciones de carácter religioso adornan las paredes del desfiladero, que acaba en un pequeño circo rocoso; un verdadero espacio sagrado al aire libre. En el s. VII el lugar ya estaba desabitado y su ocupación por los nabateos totalmente olvidada. Para los árabes del Hejaz allí vivieron los tamudeos que reconvirtieron las tumbas rupestres en viviendas. Circulaba una leyenda recogida en el Corán sobre la ruina de la ciudad y la extinción de sus habitantes. El profeta Saleh fue enviado por Alá para convertir a los tamudeos y les regalo una camella de leche inagotable. Estos asesinaron al animal, persiguieron a su cría y quisieron matar al profeta. Así, Dios envió un gran viento que acabó con todos. Esta tradición dejó vestigios en la toponimia local y el punto desde entrada desde el norte se denomina Mabrak en Naqah, lugar donde se arrodilló la camella. Un lugar donde desde tiempos inmemoriables los viajeros han grabado sus nombres en la parte inferior de las paredes. Esta expedición fue durante años la única fuente de información sobre la antigua Hegra. Será a partir del 2000 cuando una expedición franco-saudí retomó los estudios sobre la urbe. Se ha demostrado que los nabateos fueron los causantes de la riqueza de la ciudad , pero no sus fundadores. Cuando Roma se anexionó el reino nabateo en el 106 d.C nunca llegó a apropiarse de esta ciudad indómita situada en el extremo meridional de su imperio. Aún nos queda mucho que indagar sobre la misteriosa Hegra.








                       Imágenes de las expediciones de Jaussen y Savignac






























lunes, 14 de julio de 2014

La Medusa. Terror en el Mar.



Hugues de Chaumareys.
Ocurrió en los primeros años de la Restauración; el régimen surgido en 1815 tras la derrota de Napoleón y el retorno de la dinastía borbónica. En julio de 1816, zarpó la fragata Medusa junto a una flotilla de la isla de Aix con destino a la ciudad de Saint -Louis en Senegal. La flota tenía como misión recuperar el control de las antiguas posesiones francesas de África que los ingleses acababan de devolver a Francia. La expedición estaba formada por militares, funcionarios, algunos colonos y varios científicos que llevaban material de observación. Con ellos viajaba el coronel Julien Schmaltz, al que el rey Luis XVIII había nombrado gobernador del Senegal. El mando del buque insignia La Medusa se le dio al oficial de marina Hugues de Chaumareys, un exiliado ultramonárquico que llevaba más de 20 años sin navegar. En el curso de la expadición cometió múltiples errores. De entrada se alejó del resto de navíos e hizo la ruta en solitario, ignorando los consejos de los oficiales más experimentados. Se equivocó al leer los mapas y cuando se encontraba a la altura de Mauritania se introdujo en una zona de aguas poco profundas; el llamado banco de Anguin. La quilla de la embarcación empezó a rozar el banco de arena y quedó embarrancado el día 2 de julio. Los tripulantes intentaron reflotarlo pero se desencadenó una violenta tormenta que daño al buque irreparablemente. Todos comprendieron que había que abandonar la fragata y alcanzar la costa africana.




El salvamento de las casi 400 personas que componían la tripulación se hizo en un completo caos, aumentada por el alcohol que circulaba entre los marinos; incluido el capitán. Este y los oficiales se subieron a los botes mientras que ciento cincuenta soldados y marinos, así como una cocinera, se apiñaron en una balsa improvisada de 15 por 8 metros. En un principio la balsa iba a ser remolcada hacia la costa, pero Chaumareys al verse lastrado por su peso, decidió soltar las amarras y dejar a aquellos desgraciados a su suerte.

Croquis de la balsa.




La balsa se convirtió enseguida en un infierno. Primero se dio una lucha por el espacio, los bordes se hundían en el agua y todos querían situarse en el centro. En la primera noche se ahogaron veinte personas y en la segunda, los que iban armados mataron al menos a 65 de los náufragos, pretextando que se habían amotinado y querían destruir la almeida. Después de una semana quedaban 28 supervivientes pero aún parecían demasiados. Como muchos estaban gravemente heridos, enfermos o en estado de demencia, tras un debate se decidió que debían ser arrojados al mar. El hambre y la sed hacían estragos y tras agotar la carga de vino que llevaban; la de agua dulce se había perdido, bebieron agua salada y su propia orina. De comida sólo disponían de una caja de galletas que se acabó en un día y al tercero ya se produjeron casos de canibalismo.



Fragata La Medusa.

Así lo explicó más tarde un superviviente, pese a la repugnancia que sentían, cortaban la carne de los cadáveres en tiras y las dejaban secar al sol antes de comerlas : "Veíamos aquella horrible comida como el único medio de prolongar nuestra existencia". Tras trece días a la deriva, los 15 supervivientes que quedaban avistaron una embarcación que se acercaba a ellos. Era el Argos, un navío de la flotilla que ya había arribado a su destino y que el cobarde capitán había enviado a recoger el oro que llevaba La Medusa y no a los supervivientes. En 1817, dos de los náufragos de la expedición, el cirujano Jean-Baptiste Savigny y el ingeniero geógrafo Alexandre Corréard publicaron un libro titulado "Naufragio de la fragata La Medusa. Relato de los echos ocurridos en la balsa", donde denunciaban tanto la negligencia y la cobardía del capitán como las atrocidades de los marinos aterrorizados y ebrios.



 




Se desencadenó entonces una indescriptible emoción de ira en Francia. Gacetas, panfletos y grabados empezaron a evocar con todo lujo de detalles el horror del acontecimiento. La oposición liberal al régimen de los borbones aprovechó el asunto para denunciar la incmpetencia de la monarquía restaurada, forzar la dimisión del ministro de la marina e instituir un consejo de guerra contra Chaumareys, que sólo fue condenado a tres años de cárcel; los burócratas de todas las épocas  por desgracia siempre se han protegido entre ellos. Théodore Géricoult, un artista de 28 años decidió inmortalizaer el momento en un gran cuadro. Se entrvistó con los dos superviventes Dio gran importancia a la representación de los cuerpos. Hizo posar a los supervivientes, a su amigo Delacroix y a su asistente Louis Alexis Jamar. Para plasmar la rigidez de los cadáveres y el color de los miembros amputados realizó múltiples bocetos en una morgue cercana. Incluso consiguió que un amigo médico le prestara restos anatómicos. Aunque en un principio quería plasmar una escena de canibalismo, al final se decidió por la del rescate de la endeble embarcación.



El lienzo se expuso en el Salón de París que se inaguró el 25 de agosto de 1819 y la obra causó furor. Pesé a su título "Escena de un naufragio", el público reconoció la tragedia de La Medusa y las opiniones se dividieron según las tendencias políticas. Los liberales vieron en la pintura la condena del nuevo régimen y de su desidia, la metáfora de un gran naufragio nacional, los conservadores la tacharon  de obscena y alejada de los cánones clásicos La presencia de un marino negro en el centro de la composición nos refleja el compromiso del autor en un momento en que se intensificaba la lucha contra la esclavitud y la trata de negros. Por su teatralidad, dramatismo y realismo, el lienzo se convirtió en un referente de la pintura romántica, vehículo de pasiones, desesperación y muerte.

Tumba de Géricault(1791-1824), cementerio de Peré- Lachaise(París).Un bajorelieve de su óleo lo acompaña.










jueves, 10 de julio de 2014

El Hesicasmo.

Se conoce bajo este nombre a una técnica de oración interior y espiritual perteneciente a la tradición ascética de la Iglesia de Oriente y que goza de una gran antiguedad; también la podemos encontrar como "Plegaria del Corazón" o "Vía Cardíaca". Al transmitirse de maestro a discípulo através de la vía oral; al igual que en la India y en el Tibet, esta disciplina no se estableció por escrito hasta principios del s. XI. Fue en un tratado atribuido a San Simeón y más tarde fue el tema de las exposiciones del monje Nicéforo; que vivió en el s.XII, y sobre todo de San Gregorio el Sinaíta. Este estableció esta técnica a principios del s. XIV entre los monjes del Monte Athos. Encontramos referencia a esta misma tradición en San Juan Climaco (s.VII), San Hésychio de Sinaí y entre los grandes místicos de los siglos III.
Monte Athos.
La oración debía comenzarse a la hora de la puesta del sol (hora canónica de las vísperas, desde las 18 horas hasta las 21, hora solar), en su silenciosa y oscura celda Algunos textos dicen que sentados en sus literas y otros en una silla baja, parecida al sgam khri tibetano. El orador debe mirar hacia el Este, en cuya pared debe estar trazada una cruz y permanecer allí meditando y conseguír así desarrollar el carácter místico.
El paralelismo con el yantra tántrico es para muchos estudiosos el ikono, en la cual no se reflejarán imágenes de sufrimiento, dolor o castigo. El heseciasta debe realizarlos en ayunas, en estado de gracia y de rodillas. Los pintan en cuadros de madera disponiendo sucesivamente una serie de capas de pintura especial cuyas fórmulas se remontan a los primeros siglos y constan de elementos minerales, vegetales y animales. Así el monje asocia los tres reinos a esta encarnación, junta la totalidad de la Naturaleza perdida por el pecado del primer hombre a esta ascesis purificadora. Acabado es bendecido por medio de abundantes fumigaciones de incienso colocando pequeñas luces a su alrededor. Estas deben ser mariposas de aceite (rojas) o algunos cirios de cera de abeja. Después se debe pronunciar interiormente la siguiente oración: "Kyrie Issou Christie ie Theou Eleison imas amarmaton" es decir "Señor Jesucristo, hijo de Dios ten piedad de mi pecador".

Otra técnica de la "Vía Cardíaca" es por medio de la oración con el rosario, que debe estar fabricado en cristal, madera de cedro, sándalo o de olivo. Es aconsejable ocho series de ocho cuentas en recuerdo de las ocho beatitudes, separadas entre sí por una cuenta un poco más gruesa. Esto nos da un total de setenta y dos cuentas, en recuerdo de los setenta y dos nombres de la tradición veterotestamentaria. Se utiliza una fórmula corta sobre cada una de las 64 cuentas ordinarias y una más larga sobre las ocho cuentas que separan la serie. La respiración debe ser regular, ritmada por la fórmula que tan sólo es pronunciada por la aspiración y debe ser realizada unicamente por la nariz, tal y como ordena la regla del hesicasmo; esta pronunciación es interior y nunca verbal.
Para conseguir la perfección se deben evitar la realización de prodigios, ya que pueden existir grandes tentaciones, incluso infestaciones, obsesiones y de apariciones demoníacas. Nada recomendable para mentes débiles, así que el que quiera aprenderlas que viaje al Sinaí o al monte Athos.


Fórmula corta: "Kyrie Issou Christie ie Theou Eleison".
Fórmula larga: "Kyrie Issou Christie ie Theou Eleison imas Amartanon"

Monasterio de Santa Catalina. Monte Sinaí.































lunes, 7 de julio de 2014

Cadaver Sanguisugus.

En el oscuro y supersticioso s. XI comenzaron a correr los rumores relacionados con unos difuntos cuyos cuerpos han sido encontrados intactos en el exterior de sus tumbas. En su "Dictionnaire infernal", Collin de Plancy nos narra la historia del obispo de Cahors y que transcurrió durante el segundo concilio de Limoges. En ella, nuestro obispo fue testigo de como el cuerpo de un caballero de su diócesis; que murió estando excomulgado, era encontrado en varias ocasiones lejos de su tumba. La noción de muerto chupador de sangre, síntesis de las leyendas paganas, como de las sagas nórdicas y del cristianismo medieval procede principalmente de Islandia, de los países escandinavos y de las islas Británicas; donde los celtas aportaron sus creencias. A partir del s. XII se encuentran en Inglaterra los ejemplos más significativos de crónicas redactadas en latín como "De Nugis Curialium"(1193) de Walter Map y la "Historia Regis Anglicorum"(1196) de William de Newburgh. Ambas obras estan repletas de todo tipo de relatos relacionados con difuntos, generalmente excomulgados, que salen cada noche de su tumba para atormentar a sus allegados o para ocasionar sospechosas muertes en serie. Al abrir el ataud, encontramos el cadáver intacto y manchado de sangre, la única manera de acabar con el maleficio es incinerando el cuerpo después de haberlo atravesado con una espada. A falta de un término específico, los cronistas ingleses llamaron a este tipo de muertos vivientes cadaver sanguisugus encontrándonos ya ante auténticos vampiros. Si bien las islas Británicas fueron el escenario de las primeras manifestaciones de vampirismo, el fenómeno no subsistió más que de forma episódica hasta el Renacimiento, sin dejar huellas profundas y duraderas en el imaginario colectivo. Deberemos esperar hasta la literatura del s XIX para que vuelva el interés de los ingleses por nuestro inefable personaje.



Un Ser de la Mitología de la España Profunda.


El Machu Lanú es quizá el ser más siniestro del bestiario extremeño. Se trata de una criatura mitológica hurdana que guarda bastantes similitudes con el mismísimo Satán.

Su cuerpo es híbrido, mitad macho cabrío, mitad humano. Es de complexión corpulenta, posee cuartos traseros de macho cabrío y rostro humano deforme, camina erguido y está provisto de cuernos sobre la cabeza, además posee una voz humana cavernosa y aterradora.

Su aparición suele venir precedida de un fuerte viento con intensidad de huracán. Habita en las Hurdes altas, Nuñomoral y sus alquerías es el lugar donde más se ha dejado ver. A lo largo del siglo XX varios han sido los testigos que afirmaron haberse topado con el mismísimo diablo y algunos asocian con el Machu Lanú:

José Azabal junto a algunos vecinos de Cerezal se toparon junto al cementerio de esta alquería con el Machu Lanú en 1960 cuando se disponían a faenar. Cuando vieron como la extraña criatura se acercaba a ellos huyeron despavoridos.

Unos años más tarde, también en Cerezal, los hermanos Justo y Florentino Crespo transitaban por un camino, cuando vieron a lo lejos un extraño ser de espaldas, al llegar a su altura, éste comenzó a girarse y al ver su terrible rostro demoníaco huyeron muertos de miedo.

Jesús Crespo, de La Fragosa se encontraba regando su huerto cerca del camino que lleva a Martilandrán, de repente notó la presencia de un ser muy alto acompañada de una voz muy ronca, al ver las pezuñas de aquella criatura huyó despavorido.

En 1965 Amador Domínguez divisó a lo lejos la figura de una especie de macho cabrio negro que saltaba de peña en peña, lo hacia sobre sus dos patas traseras y presentaba un rostro deforme.


El Zajoril, Eusebio Martín Domínguez, fue otro de los que mantuvo, en la década de los ochenta, un encuentro con esta extraña criatura unos años antes de morir.

También llamado "el Lanú" a secas, este siniestro personaje ha perdurado en la memoria de los vecinos de Las Hurdes, siendo una parte importante de su folklore. Ejemplo de ello es que en el Carnaval hurdano uno de los disfraces es “El Machu Lanú”