lunes, 29 de septiembre de 2014

Juanita Calamidad.




Hoy nos vamos a cabalgar al Lejano Oeste junto a una mujer fascinante que siempre estuvo rodeada de un aura misteriosa. No se conoce con certeza la fecha en la que nació Martha Jane Canary-Burke, quizá en 1852, pero lo que sí sabemos es que fue una de las féminas más conocidas del Far West, que su puntería era legendaria y que sus ya míticos camaradas la conocieron como Juanita Calamidad ( Calamity Jane ). Era oriunda de Princenton (Missouri) y a los 17 años ya tenía experiencia como camarera, cocinera, enfermera y bailarina de salón. Además era una experta tiradora, una excelente jinete y trabajaba en cualquier empleo que le proporcionara los suficientes ingresos para mantener a sus hermanos; ya que sus padres habían fallecido un par de años antes. La leyenda, a veces alimentada por ella misma, envuelven su biografía. Se dice que se unió al ferrocarril Union Pacific; algunas fuentes aseguran que fue la única mujer que trabajó en la línea y que incluso le fue reconocido el derecho a beber en el mostrador de los salones como un hombre más. En 1870 aparece ya sirviendo a las órdenes de George Armstrong Custer como explorador vistiendo ropas masculinas, un hábito que conservó durante toda su vida. Aunque no está claro si formó realmente parte del ejército regular, sí se sabe con certeza que participó en varias campañas, especialmente en la represión de algunas revueltas indias. De hecho,se cree que Martha pudo ganar su apodo cuando en 1873 rescató a su superior el capitán Eagan, atrapado y  herido durante una emboscada. En 1876, la aguerrida aventurera y bebedora consumada se estableció cerca de la localidad aurífera de Deadwood, en Dakota del Sur y allí trabo amistad; y algo más, con el Salvaje Bill Hickok. Tras el asesinato de éste, Calamity aseguró que se había casado y que incluso era el padre de su hijo; relato que aún no ha podido confirmarse.
En Deadwood dejó una gran huella entre sus conciudadanos debido a los cuidados que ofreció a los afectados por un gran brote de viruela. Pero Juanita era una mujer viajera y en 1884 se trasladó a El Paso, en Texas y allí contrajo matrimonio con Clinton Burke, un conocido cowboy y conductor de diligencias de la región. A pesar de haber tenido una hija, el matrimonio no prosperó, ya separada, decidió unirse al espectáculo del Salvaje Oeste de Buffalo Bill. En 1903, Juanita Calamidad falleció como consecuencia de una neumonía que había contraido. Fue enterrada tal como deseó, al lado de Bill Hickok, en el cementerio Monthe Moriah en Deadwood.

* Tengo una hipótesis personal sobre este personaje. La pista me la ha dado su apellido de soltera "Canary" y que su nombre salga siempre castellanizado. Creo que era de ascendencia canaria, que sus ancestros fueron los mismos isleños de las Islas Canarias; mis antepasados, que fundaron San Antonio de Texas después de un largo periplo. Era lo que en estas ínsulas han denominado los historiadores como "el impuesto de sangre". Se debían enviar pobladores a las américas para que las oligarquías locales tuvieran prebendas y ventajas con el comercio de las Indias. Sí alguien puede darme información; sobre todo los amigos que me siguen desde Texas, o de otro lugar serán bien recibidas, ya que he encontrado muy poco de la genealogía del apellido. Gracias y saludos para todos.










Tumba de Calamity y  Hickok









Disparate Total.


domingo, 28 de septiembre de 2014

Un amigo imaginario.


Demonología y Demonios.



 La Demonología es la ciencia que estudia las creencias en torno a los demonios, introduciéndonos al mismo tiempo en un mundo fantástico donde moran criaturas alucinantes dotadas de atributos sobrenaturales. La mitología y el folklore de todos los pueblos están poblados por una numerosa turba de seres demoníacos que interfieren con sus poderes en la monotonía del hombre. Este oscuro mundo está enriquecido por las más extrañas personalidades, nacidas de las más dispares y antiguas leyendas.
  En el medievo su estudio y clasificación tuvo un notable impulso. Se supuso que el infierno tenía, al igual que en la tierra, toda una escala jerárquica parecida a la que existía en aquel período histórico. Se creó así una corte infernal con rey, emperadores, duques, condes y barones y así sucesivamente hasta llegar al más humilde de sus vasallos. No se poseen datos precisos sobre el número de diablos existentes, según Wierius estarían divididos en 6.666 legiones, compuesta cada una de 6.666 demonios que hacen aproximadamente unos 45 millones; los vampiros hemos acabado ya con unos cuantos.
 Este mundo es accesible a través de los sortilegios, las evocaciones y otras oscuras prácticas de magia negra. Para conocer mejor a cada uno de estos elementos he elaborado una lista con los principales protagonistas de este mundo de tinieblas y fuego.


Abigor.
Demonio superior de la jerarquía infernal, tiene el grado de gran duque y bajo su mandato 60 legiones de diablos inferiores. Su aspecto es de arrogante caballero provisto de lanza, estandarte y cetro llevando por montura un mounstro alado. Conoce el porvenir y sugiere a los jefes el modo de hacerse obedecer y querer por los soldados. No tiene secretos para el arte militar y poseé gran astucia en la batalla.

Aborym.
Duque de los infiernos, manda 26 legiones. Comparece provisto de tres cabezas: una de gato, otra de hombre y otra de serpiente. Cabalga una enorme víbora y sostiene en la mano una antorcha, es el que preside los incendios dolosos.

Abracace.
Es representado con una cabeza de gallo, los pies de dragón y con un látigo en la mano. Era el dios de los herejes basilianos que le representaban también con una cabeza humana coronada regiamente y serpientes en el sitio de los pies.
 En su nombre tiene su origen la palabra ABRACADABRA. Los Basílidos decían que mandaba a todos los genios que presidían los 365 días del año; precisamente debido a que su nombre en griego forma el número 365.


Adramalech.
Es el gran canciller del infierno, es representado con patas de mulo, busto humano y cola de pavo real. Era adorado por los asirios y en Sefarvain inmolaban niños en sus altares.

Aguares.
Gran duque de la parte oriental de los infiernos y manda 31 legiones de demonios menores. Aparece como un noble señor con un gavilán en el puño, vestido con una túnica y montado en un cocodrilo Hace danzar a los espíritus inferiores de la tierra, enseña la lengua y pone en fuga a los enemigos de sus protegidos.

Alocer.
 Alto gran duque de los infiernos, es poderosísimo y manda 36 legiones. Se le representa vestido de caballero, su cabeza es la de un león con cuernos y ojos llameantes, montando un enorme caballo con patas de dragón. Es maestro en  astronomía y de las artes liberales.

Amon.
Poderoso marqués con aspecto de lobo y cola de serpiente. En forma humana asume sólo su cuerpo, la cabeza es la de un buho con un pico dotado de afilados caninos. Conoce el pasado y el futuro y tiene la facultad de reconciliar a los amigos en litigio. Manda cuarenta legiones y nos viene del panteón egipcio.



Andras.
 Obstenta el grado de marqués. Tiene cuerpo de ángel con cabeza de mochuelo y  portando una espada cabalga un lobo negro. Tiene bajo su mando treinta legiones. Es maestro en fomentar la discordia, enseña a matar a sus protegidos para que no tengan remordimientos y alimenta las pendencias entre amos y servidores.

Anticristo.
 Demonio de orden inferior. Prestidigitador y nigromante, su cometido consiste en divertir a los otros demonios. No hay que confundirlo con la personalidad que, se opondrá a Dios, pocos años antes del Fin del Mundo y que será destruido por los jinetes del Apocalipsis.

Asmodeo.
Es un demonio destructor, poderosísimo y según algunos textos la serpiente que sedujo a Eva. Esta representado con tres cabezas, la primera de toro, la segunda de hombre y la tercera de carnero. Tiene cola de serpiente y pies de oca. Cabalga un dragón, que lleva en la mano una lanza y un estandarte en la otra, además vomita llamas. Cuando se le exorciza, hay que mantenerse firmemente en pie y llamarlo por su nombre. Regala a sus protegidos anillos mágicos y enseña el secreto de la invisivilidad. Conoce también la ubicación de tesoros y se le puede obligar a revelarlos. Difunde horrores y disipación, tiene a su mando setenta y dos legiones.

Astartot.
Se presenta a caballo de un dragón horripilante. Su figura es de ángel pero con un maquiavélico semblante y blande una víbora a modo de cetro. Tiene el grado de gran duque y quien lo evoca debe estar atento a no dejar que se acerque demasiado a causa de su insoportable olor. Astartot es el demonio que figura en los casos de muchos poseídos. Hay que evocarlo en miércoles para procurarse la amistad de los poderosos, para conocer los temas más ocultos o para aprender las artes liberales. Manda sobre cuarenta legiones.

Azazel.
Demonio de segundo orden pero es el primer alérez de las armadas infernales. En el Libro de Enoch se le pone a la cabeza de los ángeles que corrompieron a las hijas de Lot, uniéndose carnalmente con ellas. Se le representa como rey de los ángeles caídos.

Bael.
En algunos textos se le sitúa a la cabeza de la jerarquía infernal. Tiene tres testas  una de hombre, otra de rana y la tercera de gato. Manda sesenta legiones, hace sutiles, astutos a aquellos que se encomiendan a él. Tiene el poder de conceder el don de la invisibilidad.

Belfegor.
Era adorado por los Moabitas sobre el monte Fegor. Demonio de los descubrimientos y de las invenciones. A menudo toma el aspecto de una jóven y distribuye riquezas entre sus protegidos.

Belial.
Adorado por los sidonios, es considerado el más perverso y disoluto de los habitantes del infierno de donde es uno de los reyes. Fue creado después de Lucifer y fue uno de los promotores de la revuelta contra Dios. Se presenta como un hermosísimo ángel sobre un carro de fuego. Manda sobre ochenta legiones de espírirus inferiores y fue exorcizado por el rey Salomón que lo encerró en una botella. Conoce el futuro y se le evoca para este fin.


Belcebú.
Uno de los regentes del imperio infernal y su nombre significa " Príncipe de las Moscas". Tiene un aspecto imponente, grande como una torre y se le representa en forma de serpiente o de mujer. En la "Clavícula de Salomón" se nos cuenta que aparecía bajo las formas de enorme becerro, de chivo de rabo largo o más comunmente en forma de mosca de enormes dimensiones.







Biemot.
Domina la glotonería y los placeres del vientre. Suele tomar forma de animales muy corpulentos: elefantes, ballenas o bueyes. Es el bodeguero y el escansiador del infierno, protege a aquellos que viven inmoderadamente entre orgías y comilonas.

Eurinomio.
Demonio superior, príncipe de la muerte. Tiene grandes y largos dientes, un cuerpo lleno de llagas y recubierto con una piel de zorra. Se decía que se alimentaba de carroñas de animales o de cuerpos muertos. Era adorado en el templo de Delfi.

Furfur.
Ostenta el grado de conde y aparece con forma de ciervo con la cola encendida, aunque a veces lo encontramos con apariencia de ángel. Es mentiroso, a menos que se le obligue a decir la verdad encerrándolo en un círculo o un triángulo. Provoca tempestades y temporales en los lugares donde le ha sido ordenarlo hacerlo. Mantiene la unión entre los cónyuges y responde sobre problemas metafísicos. Tiene bajo sus órdenes veintiséis legiones.

Leonardo.
Demonio de primer grado y gran maestro del aquelarre, el cual preside con forma de macho cabrío. Tiene tres cuernos, orejas de zorro, los cabellos tiesos, los ojos redondos y llameantes y un rostro posterior en el trasero. Inspector de la magia negra, es adorado por los brujos y las brujas que le besan el rostro que posee en las nalgas. A veces adopta el aspecto de un galgo o de un gran pájaro negro. Es de carácter taciturno y melancólico exhibiéndose en las asambleas de los brujos con altiva gravedad.




Lucifer.
Nombre del espíritu que vigila el oriente, era llamado el lunes dentro de un círculo en el que estaba escrito su nombre. Es nombrado a veces como el rey supremo de los infiernos. Se evoca el primero en las ceremonias del aquelarre y ocasionalmente los preside. Aparece bajo el aspecto de un bellísimo muchacho y cuando está encolerizado, su rostro suelta llamaradas. Tienta al hombre con la lujuria y el orgullo.

Moloch.
Príncipe y miembro del consejo infernal. Tenía la cabeza de becerro y en ella ostentaba una corona real. Se representa con los brazos abiertos para recibir a las víctimas humanas. Los ammonitas que lo adoraban le sacrificaban niños, por lo que su presencia está bañada por los llantos de las madres y la sangre de los infantes inmolados.


Satán.
Jefe de los demonios y del infierno, rey de la discordia. Su nombre significa adversario, enemigo. Estuvo a la cabeza de los ángeles que se rebelaron contra Dios y una vez vencido fue precipitado al infierno llegando a ser su soberano por antonomasia. Se manifiesta en forma de asno con largos cuernos y rabo de gato. Según algunos demonólogos está situado por debajo de Belcebú, pero en la tradición popular está identificado como la personificación misma del mal.

Stolas.
Gran príncipe de los infiernos. Aparece bajo la forma de búho y cuando es evocado asume a veces aspecto humano. Enseña las propiedades de las plantas, los secretos de la astronomía y el valor de las piedras preciosas. Manda veintiséis legiones.

*He dejado para el final a seis de estos personajes que tienen en las manos toda la potencia infernal. A sus órdenes y como emisores especiales tienen a tres demonios superiores cuyo cometido es transmitir sus mandatos a los demonios inferiores. Son Mirion, Belialy y Anagaton y que a su vez gobiernan sobre millares de espíritus subalternos. El sexteto lo forman:

Lucifogo.
Ostenta el poder sobre todas las riquezas y tesoros del mundo. Hay tres demonios inferiores que dependen de él: Bael, Agares y Marbas.

Satanás.
Somete a su voluntad a todas las mujeres. Bajo sus órdenes están Pruslas, Arimon y Barbatos.

Agagliareth.
Descubre los secretos más ocultos y manda la segunda legión de espíritus. Tiene asignados a su cargo a Buer, Gusatan y Botis.

Fleuretty.
Ostenta el poder de realizar las cosas que se desean y puede hacer caer el granizo. Tiene a sus órdenes a Bathin, Pursan y Abigar.

Sargatanas.
Puede hacerte invisible, enseña cada una de las astucias humanas y toda las cosas ocultas. Manda a Loray, Balefar y Foran.

Nebiros.
Ataca con males incurables, enseña las cualidades de los metales, minerales, vegetales y animales. Es el más grande nigromante infernal y preside todas las milicias del Averno. Sus subalternos son Aiperos, Nuberos y Glasiabolas.



Bueno, he intentado hacer una clasificación con los entes más importantes y conocidos para los demonólogos. Se que faltan algunos que iré añadiendo a este listado, aprovecharé que vienen por el antro los hermanos Winchester para sonsacarles alguno más. Aunque no se si mañana me acordaré de sus nombres, ya que siempre que viene Dean por aquí nos ventilamos un par de botellas de whisky.













Revolución y Cortesanas.

Josefina Bonaparte.



Teresa Cabarrús.
Dentro de la memoria colectiva siempre se le recuerda como emperatriz, pero Josefina Bonaparte empezó como cortesana. Llevó una vida alegre en el París revolucionario, pero como una simple estrategia de supervivencia. Durante la época de Robespierre, Marie-Joséphe-Rose Tascher de la Pagarie había pagado con la cárcel su condición de mujer del aristócrata Alexandre de Beauhanais, a pesar de que ya  hacía tiempo que se había separado de él. Digamos que esquivó la guillotina por los pelos, merced a la caída en desgracia de Robespierre. Cuando salió de una de las más duras prisiones de París, la de Les Cames, en agosto de 1794, tuvo que adaptarse a las nuevas cirscunstancias para poder sacar adelante a los dos hijos que tuvo con Beauharnais. En presidio se había hecho amiga de Teresa Cabarrús, una bella dama de la nobleza española que había ido a estudiar a Francia y allí se había convertido en amante de Lambert Tallien. Ella la ayudó a recuperar su posición y la incorporó a un círculo de mujeres que habían entablado relaciones muy íntimas con los principales responsables del Directorio, que ya se habían deshecho del sanguinario Robespierre y eran  los nuevos amos de la Revolución. Este grupo de féminas; del que también formaba parte la hermosa y admirada Juliette Récamier, fueron conocidas como Les merveilleuses (Las maravillosas). Las fiestas que organizaban para para Tallien y Paul Barras; entre otros políticos, pronto fueron la comidilla de todo París. 
Juliette Récamier.
Pusieron de moda vestirse al estilo de la antigua Roma, aunque más bien habría que hablar de desvestirse, porque apenas llevaban túnicas "Ceres" o "Minerva"; en referencia a las diosas latinas, o se ponían tejidos transparentes. Calzaban coturnos romanos con cintas de cuero y adornaban los dedos de sus pies con extavagantes joyas. Josefina se hizo amante de Paul Barras, a la que llamaba "la viciosa criolla" porque había nacido en la isla caribeña de La Martinica y era hija de una dinastía de terratenientes franceses. Barras la llevó a vivir a su casa, pagó la educación de sus hijos y la protegió. En 1795, a una de las fiestas que Josefina organizaba para su amante acudió un joven general llamado Bonaparte que quedó prendado de su sensualidad y no cejaría en su empeño hasta casarse con ella, pero eso forma parte ya de otra historia. Hasta la próxima.





















jueves, 25 de septiembre de 2014

UKIYO."Mundo Flotante".

Soshu-Sichiri.

Hoy, el que aquí escribe va a trasladar a los lectores del antro al Japón feudal; concretamente a los S. XVII y mediados del XIX, donde gobernó  la familia Tokugawa con mano de hierro. Aislado del mundo, el archipiélago  gozó de una era de paz y prosperidad, que tuvo como máximo exponente la ciudad de Edo, foco de riqueza, diversión y placer. El shogun se encontraba en la cúspide de la pirámide social y era quién gobernaba sobre los daymio y sus dominios. Estos feudos eran administrados por los samuráis, a quienes se les pagaba con arroz. Durante el período de paz de los Tokugawa, esta casta de guerreros pasó a realizar funciones administrativas y burocráticas. Por debajo se encontaba el campesinado (el 80 por ciento de la población) y de cuyas cosechas de arroz procedía la base de la economía del shogunato. Los labriegos trabajaban la tierra que gobernaba el daimyo bajo la supervisión directa del bakufu. Soportaban enormes cargas fiscales, entregaban el 70 por ciento de la producción y además tenían que realizar trabajos de interés público, como la limpieza de las carreteras. En la base de la pirámide social se encontraba un grupo de características especiales: los chonin o "habitantes de las ciudades", compuesto por comerciantes y artesanos. En teoría estaban en una posición inferior a la de los agricultores. Por debajo de ellos sólo quedaban los marginados de la estructura social, los hinin o "no personas" (prostitutas, titiriteros, comerciantes itinerantes y mendigos) a los que había que añadir los parias o eta: personas dedicadas a profesiones impuras y que violaban los preceptos budistas; por ejemplo dedicarse a la matanza de animales y al curtido de pieles. Pese a esta teórica subordinación, en el período Edo los chonin se convirtieron pronto en el sector más dinámico de la sociedad japonesa.  Se agruparon por barrios a los pies de los castillos y se dedicaron a abastecer a los samurais de artículos militares y de lujo. Extendieron su actividad al comercio de materias primas con destino a las grandes ciudades, en particular Edo y Osaka. Los mercaderes actuaban así mismo como banqueros - prestamistas,   convirtiéndose rapidamente en acreedores de samuráis sin recursos, bukufus y daimyos. Se dedicaron también a negocios manufactureros como la imprenta,   constituyéndose así algunas poderosas corporaciones que han persistido hasta la actualidad. Fue el caso de la casa Mitsui, que comenzó como una tienda textil
Toshi Yoshida.
en Edo y de la cual surgieron los actuales grandes almacenes Mitsukoshi. Pese a su gran poder económico. los empresarios y comerciantes chonin estaban sometidos a incontables restricciones. No podían aspirar a convertirse en samuráis ni, por tanto, podían ejercer cargos en la administración. Estaban expuestos a que las autoridades tomasen represalias contra ellos, les retirasen la licencia y les confiscasen sus bienes. Estaban sometidos a un gran número de leyes suntuarias que regulaban la distinción de clases en aspectos tan cotidianos como la vivienda o la vestimenta. Pero estos nuevos ricos encontraron maneras para escapar a las barreras que le imponía el gobierno y la estructura social. El vestuario, tanto para hombres como para las mujeres, era un elemento de su estatus y su riqueza. Los mercaderes y sus familiares burlaban las leyes que les prohibían llevar cierto tipo de telas como la seda, portando de manera encubierta tejidos ricamente trabajados e igualmente  suntuosos y caros que los que portaban la élite gobernante. Les gustaba lucir lujosísimos y costosos accesorios como los inro, pequeñas cajitas con objetos personales que se llevaban colgadas al cinturón del kimono, sujetas a su vez por los netsuke, esculturas en miniatura que servían de tope y evitaban que el inro se deslizase del cinturón. Los chonin también se entregaron a las múltiples diversiones que les ofrecía el ambiente de las grandes urbes. Desde finales del S. XVII se desarrolló en Edo, Osaka o Kyoto un tipo de cultura hedonista y vital que se le dio el nombre de "ukiyo", "mundo flotante". Usai Ryoi, en su obra "Ukiyo monogatari"(1661) describe la esencia de este modo de vida:" viviendo sólo para el momento, volviendo plenamente nuestra atención a los placeres a la luna, de la nieve, del cerezo en flor y de las hojas multicolores del arce; cantando canciones, bebiendo vino, divirtiéndonos, flotando, flotando, volviendo la cara a la miseria, negando el desaliento, nos dejamos llevar como una calabaza flotando en la corriente del río; esto es lo que nosotros llamamos el mundo que fluye, el mundo pasajero". Esta cultura hedonista tuvo sus formas de expresión artística y literaria: la poesía, la novela, el teatro, la pintura....La más conocida

Utamaro.


de estas creaciones se produjo en el ámbito de la pintura y el grabado: las llamadas "imágenes del mundo flotante", o ukiyo-e. Eran estampas realizadas mediante el arte de la xilografía o grabado sobre madera; técnica que se conocía con anterioridad al período Edo, pero alcanzó ahora su máximo explendor ya que se podían elaborar miles de imágenes a un precio accesible. La temática estaba totalmente ligada al gusto de los habitantes de las ciudades. el mundo del teatro kabuki, el bunraku o teatro de marionetas, el sumo, los barrios de placer y los paisajes célebres del Japón. Uno de los temas más recurrentes fue el bijinga o imágenes de bellezas, cuyas protagonistas eran las cortesanas de los denominados barrios de placer". El más famoso de estos barrios fue el de Yoshiwara, en Edo. Era como una ciudad dentro de una ciudad, sus límites estaban marcados por muros y tenía una sola puerta de acceso; lo que facilitaba un control total tanto de los visitantes como de los residentes. Dentro de una sociedad tan reglamentada, este barrio era uno de los pocos lugares donde los chonin; aunque no sólo ellos, podían gozar de una cierta libertad. Entre sus muros importaba más el gusto y el dinero que la clase social a la que se pertenecía por nacimiento. Según datos de censos del S. XIX, en Yoshiwara había más de 3.000 prostitutas trabajando en unos 150 burdeles y 400 casas de té.





Utagawa.
Otro de los grandes temas del ukiyo-e fue el de las "imágenes de actores" o yakusha, relacionadas con una de las nuevas formas de entretenimiento urbana del momento: el teatro kabuki. Es un espectáculo total, donde se unen la música, el canto y la interpretación. Su orígen se remonta a unas danzas cómicas denominadas kabuki-odori, incorporaban elementos profanos y folclóricos y las bailarinas eran todas mujeres. Proliferaron una serie de compañías ambulantes de danzarinas que paralelemente se dedicaban a la prostitución y a este kabuki exclusivamente femenino se le conocía como onna kabuki ,siendo  prohibido en 1629. Las mujeres fueron sustituidas por chicos jóvenes, pero en 1652 acabó prohibiéndose también esta modalidad por propiciar la prostitución masculina. Se decretó que todos los actores tenían que ser hombres adultos, lo que dio lugar al kabuhi vigente hasta hoy. Los actores llegaron a gozar de una gran popularidad, como demuestra la enorme cantidad de estampas de retratos de actores que se editaron, donde el público identificaba a su actor favorito y el papel que solía representar.
Otra de las diversiones preferidas del período Edo fue el sumo; también reflejado en los ukiyo-e. Los orígenes de esta lucha tradicional japonesa se remontan a más de dos milenios, pero sería en los años del gobierno Togukawa cuando esta combinación de deporte y ritual dejó de practicarse en la corte exclusivamente y cautivó al público de las ciudades hasta convertirse en el deporte nacional.



Junichiro.


El género del paisaje apareció mucho más tarde y su auge  corresponde al S. XIX, cuando se relajaron las severas restricciones de movilidad de la población en el interior del país. Así surgen las series de estampas de paisajes y vistas de lugares célebres, que servían de guía de viajes y también satisfacían a los que no tenían medios para desplazarse. Este fue una de las razones del éxito de dichas ilustraciones, ya que posibilitaba el acceso; aunque de manera indirecta y "virtual", a un tipo de diversiones (viajes, barrios de placer,teatro y sumo) que estaban fuera del alcance de la mayoría.


Hasui Kawase.

Esta percepción de la vida peduró lo mismo que el régimen de los Tokugawa, unos 250 años. A mediados del S. XIX confluyeron una serie de coyunturas, tanto internas como externas, que pusieron en entredicho las bases en que se sustentaba la sociedad. El colapso de una economía fundamentada en el monocultivo del arroz, el descontento de la burguesía urbana y la creciente presión de los países occidentales hizó que en 1854 se aprovechara la llegada de la escuadra del comodoro Perry. Las autoridades japonesas tuvieron que abrir sus puertas al comercio internacional, poniendo fin a más de dos siglos de aislamiento. En 1867 la revolución Meiji derrocará al último shogun y bajo la tutela del emperador restaurado, comenzó una nueva era en la historia del Japón, marcado por la modernización y la asimilación de la cultura occidental.



Hokusai.




Principales ciudades.

Edo.
Típica ciudad castillo, fue construida por los Tokugawa a partir de la nada. Llegó a alcanzar el millón de habitantes.
Kyoto.
Sede de la corte imperial desde el S.IX. En la era Tokugawa alcanzó los 400.000 habitantes.
Osaka.
Igual de poblada que Kyoto. Era llamada "la cocina de Japón" por su papel en el comercio nacional de arroz.
Nagasaki.
Con 65.000 habitantes era vía de entrada para los productos de la colonia holandesa de Deshima, una isla artificial de apenas 1,31 hectáreas. Por aquí también entraban productos chinos y coreanos, los únicos orientales que podían comerciar con Japón a partir de los estrictos edictos que se sucedieron a partir de 1612.


Utawa.








Bueno, ahora los dejo, la próxima vez que volvamos por estas ínsulas será para llevarlos entre los ninjas. Unos personajes que conozco pero que muy bien.















Un bonito sombrero.


domingo, 21 de septiembre de 2014

Los Gatitos del Antro.


Algunos sí que viven bien.


El Caballero D'Eon.


Charles-Geneviéve d'Eon; llamado a veces caballero d'Eon, otras caballera d'Eon y finalmente Milady d'Eon, es uno de esos personajes extraños que a veces nos lega el pasado, ya que supo mantener la incógnita sobre su identidad sexual toda su vida y sólo se esclareció cuando estuvo sobre la mesa de la autopsia. Nació en octubre de 1728 en la villa borgoñona de Tonnerre, era vástago de un alto funcionario de Su Majestad y desde un primer momento la indefinición sexual planeó sobre su cuna, debido a que sus padres decidieron añadir a su primer nombre el de su madrina, que se llamaba Geneviéve. Durante sus años infantiles y juveniles nadie pareció dudar del sexo masculino del muchacho, aunque siempre fue de constitución frágil y delicada. Se traslada a París y se licenció en derecho y allí se apasionó por la esgrima, convirtiéndose en un excelente tirador. Eso sí, su interés por las mujeres parecía inexistente en contraste con el de sus compañeros. El joven abogado, ya convertido en un reputado jurista fue escogido por Conti; el responsable del espionaje de Luís XV, para una misión secreta. La situación internacional era complicada y se precisaban informaciones útiles sobre la corte de Rusia. El joven d'Eon, vestido de mujer, viajó a San Petesburgo y logró ganarse la confianza de la zarina Isabel. Su éxito en Rusia se repitió luego en otras cortes europeas, a veces como hombre y otras como mujer. Después fue destinado a la embajada de Londres y el desconcierto escandaloso que produjo en aquella sociedad fue tal que se cruzaban apuestas fabulosas sobre su identidad sexual. En 1774, el soberano envió a Londres al escritor Beaumarchais para esclarecer el enigma y el enviado regresó a París con una confesión del propio caballero declarando ser una dama, hecho que varios dictámenes médicos confirmaban. Como consecuencia, el monarca prohibió en lo sucesivo a la señorita hacerse pasar por un hombre: si era una mujer, que lo fuera para siempre, así los apostadores londinenses perdieron o cobraron sus apuestas. Pero el rey murió, y la que ahora llamaban Caballera d'Eon viajó a París a sus cincuenta años para demandar a su sucesor, Luís XVI, que le permitiera volver a ser un hombre, a lo que éste  se negó. Los siguiente treinta años, hasta su muerte a los ochenta y dos (en 1810), d'Eon continúo viviendo como una vieja dama londinense, acostumbrada ya a su condición. Pero nunca se habían olvidado del todo las historias que la rodeaban, así que, cuando su cadáver llegó a la mesa del cirujano, se dio cita en el acto una cantidad inusual de testigos para presenciar la resolución del enigma. Al retirar el sudario que lo cubría, todos pudieron comprobar que Milady d'Eon siempre había sido, el Caballero d'Eon.








Milady d'Eon enfrentándose a un caballero en singular combate de esgrima en 1787(grabado).




sábado, 20 de septiembre de 2014

La Alquimia China.

Acuarela que muestra a Ge Hong destilando el liandan.

Tradicionalmente se ha considerado la alquimia como un producto de la cultura europea heredado de la tradición griega, árabe y hebrea. Sin embargo, existe otra rama del conocimiento hermético en la milenaria China sin que haya podido establecerse con precisión la conexión entre ambas. Influenciada por el taoísmo, la alquimia china perseguía conseguir un elixir que concediese al hombre la ansiada inmortalidad. Mediante el consumo de una droga obtenida de la transmutación, se buscaba poner en contacto la naturaleza del cuerpo humano con la del Tao; término que puede traducirse por "el camino", que conduce a la unión del hombre con el universo y, por esta vía, con la vida eterna. El Tao está formado por dos principios, el yang, identificado con lo masculino, y el yin, con lo femenino. El liandam, la droga de la transmutación o elixir de la eterna juventud, debía contener en armonía ambos principios. Por otra parte, los metales se clasificaban teniendo en cuenta el supuesto predominio del yin o
del yang en su composición. Igual que sus colegas europeos, los alquimistas chinos también buscaban la piedra filosofal, entendida como una sustancia capaz de transformar un metal innoble en oro o plata. Los representantes más destacados de esta corriente de pensamiento que aunaba conocimientos científicos y misticismo fueron Liu Xiang; que en el siglo I estuvo al servicio exclusivo del emperador, Wei Boyang en el siglo II y Ge Hong, alquimista que vivió entre el siglo III y IV de nuestra era y autor del "Boopuzi", un tratado que está considerado como la obra cumbre de la alqumia china. Este último estará unos días de visita por el antro; parece ser que al final lo consiguió, y prometo dedicarle un futuro artículo. Y sin más preámbulos me despido ya que tengo que preparar el alojamiento para tan ilustre visitante.
















miércoles, 17 de septiembre de 2014

La Reina Cadáver.




Doña Inés de Castro(1325-1355), era hija bastarda del hidalgo gallego don Pedro Fernández de Castro y de doña Adoniza Soares. Nació en la comarca de A Limia y tenía un linaje de alto abolengo, ya que era biznieta de Sancho IV de Castilla y prima segunda de Pedro I. Quedó huerfana de madre siendo muy niña y fue enviada al castillo de Peñafiel (Valladolid), donde creció al lado de Constanza, la hija del infante de Castilla don Juan Manuel; prometida al heredero al trono de Portugal, don Pedro (1320-1367). En 1340 llega a Portugal como dama de compañía de doña Constanza que contrajo matrimonio con el infante de Portugal. Don Pedro se enamoró de ella nada más verla, pues según dicen los cronistas era una belleza esbelta de ojos claros. La esposa se dio cuenta y preparó un ardid para separar a los enamorados. Designó a doña Inés madrina del recién nacido infante don Luis, confiaba en que el parentesco espiritual ratificado en el bautismo indujese a los amantes a concluir con su ya apasionada relación. El infante murió a los pocos meses y el romance continuó para satisfacción de ambos. Aquello era ya un escándalo y el rey Alfonso IV desterró a doña Inés de Portugal. Eso no mitigó la pasión y en espera de tiempos mejores, ambos continuaron viéndose en el castillo de la localidad extremeña de Albulquerque. En octubre de 1345 falleció la esposa durante el parto del infante don Fernando y el príncipe ya viudo se fue a vivir con su amada lejos de la corte, al norte de Portugal, donde nacieron los infantes don Alfonso, don Dinis y doña Beatriz. Más tarde retornaron a Coimbra, instalándose en una finca situada en las laderas del valle que baña el río Mondego y que en recuerdo de los luctuosos sucesos que allí ocurrieron más tarde pasaría a conocerse como "Quinta das lágrimas". La felicidad les duró poco, ya que Alfonso IV quería dejar zanjada la
sucesión dinástica y quería casar a su hijo con una princesa de sangre real. Su nieto legítimo era un niño frágil mientras que los cuatro bastardos eran mucho más fuertes y robustos, por lo que temía que en el futuro su reino se vería
envuelto en guerras sucesorias. Don Pedro se negó a volver a contraer nupcias y esa fue la sentencia de muerte para la bella amante. Durante un consejo celebrado en el palacio Montemor, el rey dio su consentimiento para el asesinato que debía realizarse en la propia residencia de la pareja en Coimbra durante alguna ausencia de don Pedro. Los verdugos elegidos para ejecutar la sentencia fueron tres cortesanos: Pero Coelho, Alvaro Gonsalves y Diego López Pacheco. El día siete de enero de 1355, el trío de sicarios degollaron a la víctima en el jardín de su residencia y en presencia de sus hijos. Don Pedro se levantó contra su padre liderando a una facción de la nobleza y llegaron a sitiar Oporto. La reina doña Beatriz medió entre ambos y logró la paz; pero no la reconciliación, entre ambos contendientes. Se formalizó  la tregua en Canaveses (1355), el rey delegaba sus responsabilidades en el heredero, a cambio, el hijo debía deponer las armas y prometía olvidar el pasado, perdonando a todos los imputados en la conjura que había acabado con la vida de su amada.
En 1357 murió Alfonso IV y el nuevo rey decidió dar curso a una venganza largo tiempo acariciada y esperada. Los asesinos se habían refugiado en Castilla y don Pedro negoció con el monarca castellano; con el que compartía nombre y similar apodo (Pedro I El Cruel o El Justiciero), para intencambiar a los tres verdugos por algunos refugiados en Portugal. Diego López Pacheco logró escapar por Aragón hacia Francia y no se supo nada más de él, pero los otros dos no tuvieron tanta suerte. La esperada venganza ocurrió en el palacio de Santarem en presencia de varios cortesanos. Mandó preparar un espléndido banquete mientras la pareja de desgraciados eran atados a sendos postes de suplicio donde fueron largamente torturados. Luego se les arrancó el corazón en vida y el rey se dedicó a morder las vísceras con odio y fruición. Dicen que la venganza es un plato que se come frío, pero en este caso se sirvió muy caliente, no creen. El culmen de este delirio llegó en 1360, Pedro I realizó en presencia de la Corte la declaración de Cantanhede, jurando que un año antes de la muerte de doña Inés ya  ambos habían contraído matrimonio en secreto. Así alcanzaba el rango de reina y se legitimaban a sus hijos. En el monasterio de Alcobaca ordenó esculpir un bello túmulo funerario para su amor, siendo los restos trasladados desde Coimbra en una lúgubre comitiva encabezada por el monarca. Por el camino hacia la Corte el pueblo llano se lamentaba, lloraba y rezaba. Cuando llegaron, el cadáver  se engalanó con vestimentas reales y fue sentado en el trono donde los nobles le rindieron homenaje, besando su mano en señal de fidelidad y vasallaje. Muchos historiadores ponen en entredicho la celebración de tan macabra ceremonia pero, cuando el río suena.....









Sarcófago de doña Inés.



















martes, 16 de septiembre de 2014

Angkor.





Las causas del extraño abandono; en el siglo XV, de los casi mil templos de Angkor (capital político religiosa del imperio jemer, en la actual Camboya) siguen siendo en la actualidad objeto de debate para los historiadores. Tenía una extensión de 3.000 kilómetros cuadrados y vivían en su entorno unos 800.000 habitantes. Su prosperidad se basaba en una compleja red de canales, presas, embalses y acueductos, que permitía aprovechar todo el año el agua de los monzones estacionales para obtener varias cosechas de arroz. Llegaron a desviar cursos de ríos y a construir lagos artificiales de 8 kilómetros de largo por 2,2 de ancho, empleando para las colosales obras unos 200.000 trabajadores, lo que refleja el poder estatal del imperio.





Esta compleja ingeniería para el control del agua se reveló inútil cuando llegaron extremas sequías o cuando faltó la mano de obra necesaria para acometer las ingentes obras de mantenimiento que precisaban los cientos de kilómetros de infraestructuras. Otros factores parece ser que también contribuyeron a su colapso. Tenían que hacer frente a las invasiones periódicas que provenían de Siam y del norte, así como a fuertes revueltas internas propiciadas por el cambio de religión. El budismo; que fue adoptado por el
campesinado, tenía un mensaje mucho más igualitario y amenazaba los privilegios de las élites, que seguían siendo hinduístas. Parece ser que la combinación de distintos elementos climáticos, militares, políticos y religiosos fue lo que llevó al total despoblamiento de la región de Angkor, cuyos hermosos templos pasaron casi en su totalidad a ser engullidos por la voraz e impenetrable jungla asiática.