miércoles, 17 de diciembre de 2014

Hermosa criatura.


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Melusina y León V de Armenia.

El regreso de la cruzada. Karl Friedrich Lessing. S.XIX. Bonn, Rheinisches Landesmuseum.

En torno a las cruzadas también se tejieron hermosas leyendas, como las que unen a nuestros dos personajes. La historia de Melusina está narrada por Jean de Arras, librero del duque de Berry, que tenía como último objetivo justificar los derechos del duque sobre el castillo de Lusignan. Nuestro ilustre cronista inicia su relato con el encuentro del rey Elinas de Albión y el hada Presina. Ella accedió a casarse con el mortal siempre que éste le jurase que "si tenemos hijos no intentaréis verme durante el parto y mientras los críe". Humano, al fin y al cabo, Elinas incumplió su promesa y Presina huyó del reino, refugiándose en la Isla Perdida junto a sus tres hijas: Melusina, Melior y Palestina. Sus lágrimas recordaron durante años los tiempos felices de su matrimonio y las hijas apesadumbradas juzgaron como único culpable a su padre. Como venganza decidieron encerrar a su progenitor para siempre en la montaña de Brumbloremlión, en Northumberland donde debía permanecer para siempre. Lejos de agredecer el gesto, Presina lamentó la desgracia del marido y castigó a sus hijas: "Melusina, te convertirás los sábados en serpiente del ombligo para abajo; si encuentras a un hombre que te quiera tomar por esposa, debe prometerte que no te verá ningún sábado, y si te descubre, que no lo revelará a nadie.......".A Melior se le concede un castillo hermoso y rico en Gran Armenia; " en él custodiarás un gavilán hasta que vuelva el Alto Dueño: Todos los caballeros que vayan allá a velar la antevíspera, la víspera y el día veinticinco de junio, si no se duermen un instante, recibirán un regalo tuyo    ; pero si piden tu cuerpo o tu amor, para casarse contigo o para cualquier otra unión natural, serán desgraciados hasta la novena generación y perderán sus riquezas....."Palestina, serás encerrada en la montaña de Canigón hasta que un caballero de tu estirpe llegue allí ..... y te libere".

Melusina de JinxMim.


Melusina cunplió su destino, encontró un hombre con el que fue feliz hasta que el marido la vio un sábado mientras se bañaba. Hasta el ombligo tenía la forma de una bella mujer y de allí para abajo tenía como la cola de una serpiente, "del grosor de un tonel donde se ponen los arenques......". Descubierta saltó desde una de las ventanas de la habitación y lo hizo tan sutilmente como si volara, huyendo en forma de serpiente alada hacia Luisignan. Mientrás le duró la felicidad y actuó como cualquier esposa y madre del momento tuvo, entre otros hijos, a Urién y Guyón, esforzados caballeros que acudieron a las cruzadas y que obtuvieron como premio a sus virtudes guerreras la mano de dos princesas. El primero se casará con la hija del rey de Chipre, y el segundo con Florida, hija del rey de Armenia.





Años más tarde, uno de los sucesores de Guyón supo que en la Gran  Armenia había un castillo habitado por una hermosa dama dueña de un gavilán. A todo caballero de noble linaje  que lo velaba durante tres días y tres noches sin dormir se le aparecía la señora de la fortaleza, que le otorgaba al caballero el don que pidiera, si eran bienes temporales y no deseaba pecar con su cuerpo o tocarla carnalmente. El rey veló la antevíspera, víspera y día de San Juan (noche mágica desde los albores de la humanidad) y cuando llegó el momento de pedirle los bienes a los que se había hecho acreedor renunció a todo y sólo pidió yacer con el hada. Recibió como respuesta la historia de su familia y una amenaza para el futuro: "Loco rey, tú desciendes del rey Guyón, hijo de Melusina, que era hermana mía....Sufrirás por tu atrevimiento. Tú y tus herederos perderéis poco a poco la tierra, el haber, el honor y la heredad, hasta que llegue el noveno sucesor legítimo, que por tu culpa perderá el reino que tú tienes. Este rey tendrá nombre de animal salvaje.....".





Busto de León V.
Aunque el relato pudo formar parte de la antigua leyenda, no sería extraña su invención por Juan de Arras, que tuvo ocasión de conocer o de oír hablar de León V de Armenia (1342-1391), que murió en París un año antes de que se escribiera la historia de los señores de Lusignan, descendientes del hada Melusina y lateralmente de León V. Las crónicas castellanas hablan de él por primera vez en 1380, cuando prisionero del sultán turco pide ayuda a los reyes cristianos para que lo liberen del cautiverio, pidiendo su captor joyas de las que no había en su tierra ya que es tan rico que no quería oro. Los embajadores de León de Armenia pasaron por Castilla y Juan I decidió liberarlo. El rescate partió en una galera del rey de Aragón; Pedro el Ceremonioso, desde Barcelona y en ella también viajan embajadores de dicho rey con cartas de ruego para interceder por el ilustre cautivo. Una vez liberado acudió primero a Aviñon a postrarse ante el papa, pasando después a Castilla para mostrar su agradecimiento a Juan I . El monarca castellano le dió además de joyas, el señorío de Madrid, Ciudad Real y Andújar. Así se cruzan mágica y caballerescamente las historias del rey de Madrid y el hada Melusina. Hay otra historia de paladines y hadas, la historia del Caballero Cisne y que prometo traer por aquí en breve, mientras les dejo con la prosa de Pero López de Ayala que nos narra brevemente la epopeya de tan célebre rey.


"Era de los reyes de Chipre, de un linaje muy alto que decían Lusiñano, e venía de Babilonia, do estuviera preso en poder del soldan, e se le librara de la prision por ruego del rey don Juan de Castilla y el rey don Pedro de Aragón, cuyos mensajeros fueron juntos hasta Babilonia aunque los mensajeros del rey de Aragón (enfatisa López de Ayala) no llevaban joyas para el soldán, salvo sus cartas de ruego".




Solidus de León V de Armenia.





Tumba del rey. Convento de las Celestinas.

*Jean d'Arras escribió, a pedido del duque de Berry , según relata en la introducción, un largo romance en prosa titulado el Roman de Mélusine de la Chronique de Melusine parte de Le Noble Hystoire de Lusignan ("La noble historia de los Lusignanos"), en 1392-94.








































viernes, 5 de diciembre de 2014

Mohenjo - Daro y Harappa.

Mohenjo-daro, el lugar conocido como el Gran Baño. Se cree que este edificio de 12x6x2,5 mts., estaba asociado a un estamento religioso y se usaba para abluciones rituales.




Hasta 1856, los restos más antiguos que se habían encontrado en la India y Pakistán eran las estupas budistas del norte, datadas hacia el siglo I d.C. Pero en ese mismo año; poco después de que el Imperio Británico se anexionara el Pakistán, se decidió construir una línea de ferrocarril que uniera Karachi y Lahore, encargándosele la obra a los hermanos e ingenieros Jhon y William Brunton. El primero, que trabajaba en el sur, se encontró con el problema de encontrar balasto (gravilla) para las vías del ferrocarril y no se le ocurrió otra cosa que buscarlos en una vieja ciudad en ruinas conocida con el nombre de Brahminabad. Se lo comunicó a su hermano y éste hizo lo propio en otra ciudad abandonada en la región del Punjab, cerca del pueblo de Harappa, que también estaba edificada de ladrillo cocido. 





General Cunningam.
Estos "brillantes" hijos de su tiempo no concedieron ninguna importancia a los vestigios, siendo Harappa desmantelada por completo. El primero en darse cuenta de la singularidad del hallazgo sería el general Cunningham (1814-1893), ingeniero, jefe de provincias del norte, gran amante de las antigüedades y que dedicó toda su vida a fomentar el estudio, la publicación y la salvaguarda del patrimonio indio. En 1860 se fundó el Archeogical Survey of India (Servicio Arqueológico de la India), siendo el general al principio un arqueólogo más y entre 1870-1885 fue nombrado director general de la entidad. Pronto marchó a adquirir unos sellos cuadrados de esteatita que los obreros guardaron después de la destrucción de Harappa y se dio cuenta de la antigüedad e importancia de aquel yacimiento.






J.H. Marshall.
Pero no fue hasta la década de 1920, cuando se retomó la actividad arqueológica con renovado interés. John Hubert Marshall (1876-1958) presidió el Archeological Survey entre 1902 y 1928. Llevó a cabo un amplio programa de actividades y de modernización de métodos de trabajo e incluyó por primera vez arqueólogos indios. Fueron precisamente ellos quienes llevaron a cabo las primeras excavaciones tanto en Harappa; por parte de Daya Ram Sahni en 1920, y Mohenjo - Daro en 1922 , descubierta por R.D. Banerji. En principio éste creyó que aquellos restos pertenecían a la época de los estupas budistas. Pero en las investigaciones posteriores en las que intervino el propio Marshall, revelaron que se trataba de una civilización que se remontaba al 2.500 a.C, tan brillante y desarrollada como las de Egipto y Summer. Las campañas de excavación dejaron al descubierto unas ciudades impresionantes, con más de 100 hectáreas de extensión y una población entre los 40.000 y 70.000 habitantes. Estaban dotadas con murallas de 9 mts. de altura y un perfecto sistema reticular basado en cruces de anchas calles en disposición cardinal. El hallazgo de miles de sellos puso de manifiesto una rica economía y la presencia de un sistema de escritura aún sin descifrar.

El Rey Sacerdote. Escultura encontrada en Mohenjo-daro, datada en el 2.100 a.C. Museo de Karachi.

Mortimer Wheeler.
Después de estos pioneros llegó un nombre mítico e ilustre dentro de la arqueología, Mortimer Wheeler. Dirigió el Archeological Survey entre 1940 - 1944 y condujo la arqueología a la era moderna al dotarla de un sistema basado en la estratigrafía, sobre la que se apoya aún la ciencia arqueológica actual. En sus intervenciones en ambas ciudades llevó a cabo los primeros y seguros registros estratigráficos, con tres niveles para Harappa y hasta nueve para Mohenjo-daro. Modernizó el concepto de la arqueología y la convirtió en una ciencia:" En casi todos los sitios que he visitado hay evidencias de que el trabajo ha sido realizado por aficionados, por hombres ansiosos, sin suficiente experiencia para hacer una buena labor".
Otra de sus grandes aportaciones fue hacer que las excavaciones sirviesen como práctica a los estudiantes. Debido a la  gran diversidad cultural y religiosa existentes entre los arqueólogos, se provocaron serias fricciones. Pero Mortimer supo pronto ponerles freno pronunciando una de sus muchas frases célebres:  "Aquí somos todos iguales; yo no distingo entre sijs, persas, hindúes o musulmanes; todos somos arqueólogos y si a alguien no le gusta, que se vaya".

Con tan sabias palabras de las que muchas personas deberían aprender les dejo por hoy, no sin antes rendir mi más profundo homenaje a todos esos esforzados arqueólogos que recuperaron una de las primeras culturas del mundo: la civilización del valle del Indo.
















Reconstrucción de un granero de Mohenjo-daro.





Las casas eran rectangulares de 50 a 150 mts. cuadrados. Tenían dos plantas y contaban con baños y pozos, organizándose  en torno a un patio. Las ciudades contaban con un excelente sistema de alcantarillado y la ciudad estaba rodeada de un circuito de murallas construidas con ladrillo cocido y llegaban a alcanzar los 9 mt. de altura.
Característicos de la cultura del Indo son los más de 2.500 sellos de esteatita que se han encontrado. Tienen una inscripción en la parte superior en caracteres ideográficos (aún por descifrar), ocupando las tres cuartas partes restantes un animal. Está ante un incensario o altar, a veces atado a él. Puede ser un elefante, un buey giboso, un toro, un rinoceronte, un ser fantástico y a veces un hombre con tres cabezas en postura de yoga. Se supone que eran marcas comerciales o familiares.




el llamado unicornio de Harappa.
















lunes, 1 de diciembre de 2014

Los Jardines del Marquesado de la Quinta Roja. La Tumba vacía del Masón.

 




En la isla de Tenerife y situado en el municipio de la Orotava existe un bello lugar, los Jardines del Marquesado de la Quinta Roja o Victoria. Fueron diseñados para albergar la tumba de D. Diego de Ponte, Marqués de la Quinta Roja, reconocido masón de la Gran Logia Taoro. El panteón fue mandado construir por su madre, Dña. Sebastiana de Castillo en 1882 e inagurado en 1884, como respuesta a la negativa a darle enterramiento a su hijo en el cementerio local por orden del clero católico debido a su condición de masón; no hay nada como el amor de una madre. Finalmente se dio permiso para que fuera enterrado en el camposanto del lugar, por lo que el mausoleo está vacío de restos. Son unos jardines escalonados con siete terrazas, construidos aprovechando la pendiente donde se alternan fuentes y plantas. Están surcados de caminos que van ascendiendo por las diferentes terrazas. El dibujo que trazan dichos caminos es la representación de los canales energéticos  propios de la cultura oriental y asumidos por la masonería. El mausoleo fue diseñado y construido en Lyon (Francia) por el artista neoclásico Adolphe Coquet. Sí alguna vez vienen a Tenerife, no duden en visitar tan bello lugar.





















 La primera imagen que tenemos de los jardines es un grabado que data de 1888 y que se publicó en La Ilustración Española y Americana. Podemos observar que el panteón estaba coronado por una cruz celta, hoy desaparecida.

























Los Escaques. El Tablero Astrológico.





El tablero redondo servía en el mundo islámico para una modalidad de ajedrez que se suponía derivada de la India y que en una de sus evoluciones dio origen a aplicaciones para la adivinación astrológica. Un tablero redondo, similar al que los árabes llamaron bizantino, aparece en el Libro de Ajedrez de Alfonso X el Sabio, de 1283, con el nombre de los Escaques y es la más completa descripción que existe sobre astrología lúdica. El tablero es circular y está dividido en otros siete círculos concéntricos, uno para cada jugador. Los jugadores asumen cada uno, una de las siete luminarias del sistema ptolemaico y que del centro hacia fuera son: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno. El tablero aparece dividido por doce radios que representan a los doce signos zodiacales. La corona circular de cada luminaria se divide en casillas ajedrezadas, alternativamente blancas y negras. La técnica del juego se basa en la teoría de las conjunciones. Según el cabalista medieval Ben Esra, la conjunción (ángulo de "0" grados) de dos luminarias aparece como un signo de significación ambigua, dependiendo de cuales sean los planetas implicados. En el juego alfonsí, el jugador que la provocaba perdía 12 puntos. Como signos favorables aparecen el sextil (ángulo de 60 grados) y el trino (ángulo de 180 grados), porque suponían una partición triangular del círculo que permitía a los planetas desplegar sus potenciales armónicamente. Si un jugador coloca su luminaria en sextil gana 24 puntos y el trino, 36. En cambio, el cuadrante (ángulo de 90 grados) y, en especial, la oposición (ángulo de 180 grados), eran coyunturas desfavorables. En cuadrante se pierden 36 puntos y en oposición, 72. El movimiento de cada pieza se determinaba lanzando por turno un dado de siete caras, y la duración de la partida era indefinida, probablemente conectada con interpretaciones astrológicas según lo que sucedía a cada jugador.



Códice Alfonsino. En la penúltima miniatura y a página completa, aparece el propio rey jugando con la luminaria del Sol.

La primera mención sobre este tipo de ajedrez procede de al-Masudi, quién al escribir las mutaciones del ajedrez árabe y sus diferentes tableros, nos describe en quinto lugar un ajedrez redondo, conectado con las estrellas y llamado zodiacal. Masudi emplea dos nombres: el astronómico (ennodshumiyet) y el celestial (el-felekiyet); que significa literalmente el esférico:"Tiene doce divisiones como el Zodíaco, que separan el tablero en dos mitades. Sobre él se mueven siete piezas de diferentes colores. Este número, el siete, se refiere a los cinco planetas y a las dos grandes luminarias, el Sol y la Luna".
 Los sabios indúes creían que la esfera se mueve por atracción de simpatía hacia otra esfera más elevada y que los planetas influían sobre los cuerpos celestes. Algunos creen ver en estas teorías el orígen de este juego extraño de ajedrez, que saque cada cual su propia conclusión.


LP                    CI                         CS                              PT                  COLOR.                    
Luna.             Cáncer.                        1                                 12                   Blanco.

Mercurio       Virgo.                          2                                 24                   Variado.

Venus.            Tauro.                         3                                 36                   Violeta.

Sol.                 Leo.                            4                                 48                   Dorado.

Marte.            Escorpio.                    5                                 60                    Rojo.

Júpiter            Sagitario.                   6                                  72                    Verde.

Saturno          Acuario.                     7                                  84                    Negro.



* LP. Luminaria Ptolemaica.      * CI. Colocación inicial.                                       
* CS. Casillas en cada segmento* PT. Periplo total de casillas.



























viernes, 28 de noviembre de 2014

Moctecuhzoma Xocoyotzin, "El Señor Ceñudo".



Era hijo del sexto tlatoani Axayácatl y fue elegido en 1502 por los señores mexicas para suceder a su tío Ahuítzol como rey de los Aztecas. Su nombre Moctecuhzoma Xocoyotzin significa "el señor ceñudo"; él que frunce el ceño, y antes  de ser rey era sacerdote y hombre sabio (tlamatini, versado en la tradición). Tuvo que abandonar sus quehaceres religiosos para asumir las riendas de un imperio que se encontraba en su máximo apogeo y explendor. Desde el principio eligió para su gobierno jóvenes instruidos y rodeó su corte de un boato extraordinario, aunque no descuidó "las guerras floridas"; expediciones destinadas  para capturar prisioneros destinados al sacrificio, ni la conquista de pueblos lejanos para engrandecer aún más a la ciudad de Tenochtitlan. Hacia 1517 su tranquilidad se vio turbada, ya que unos funestos presagios le afligieron: una aurora de fuego apareció de noche en el cielo, ardió la casa de Huitzilopochtli, se divisó un cometa, nevó en la ciudad, nació un niño con dos cabezas y el Popocatéptl entró en erupción.



Escultura de George S. Stuart.


Además descubrió en la cabeza de un pájaro ceniciento un espejo que reflejaba la llegada de unos hombres montados en una especie de venados. Aquella premonición no tardaría en cumplirse ya que recibió noticias de la arribada a las costas del Golfo de hombres blancos que descendían de enormes barcas. ¿Se trataba del regreso del dios Quetzalcoat?. Los sacerdotes y sabios no supieron pronunciarse y el monarca envió mensajeros para que le informaran. Obsesionado en impedir que los castellanos llegaran a Tenochtitlán, acabó triste y resignado a "lo que habría de suceder". El 8 de noviembre de 1519, Hernán Cortés y sus hombres entraron en la ciudad. Seis días más tarde se convirtió en su prisionero y en un títere obediente que les entregó todos sus tesoros. Murió el 27 de junio de 1520, no se sabe si como consecuencia de las pedradas de sus súbditos sublevados; que le consideraban un traidor, o asesinado por los españoles. El imperio azteca cayó un año después que su rey, un hombre que sucumbió presa de sus profecías y supersticiones. No es la única civilización que se ha derrumbado así y ya traeremos más ejemplos por el antro. Hasta la próxima.





















































Humor.









lunes, 24 de noviembre de 2014

Cadalso Sangriento.








Los Partos y la Batalla de Carras.



El pueblo de los parnos, que las fuentes griegas y romanas denominan partos, formaban parte de los dahes; una confederación de pueblos seminómadas que ocupaban desde tiempos antiguos las estepas al este del mar Caspio. Esta tribu atacó a mediados del S.III a.C a los reyes griegos de las dinastía seléucida; que se habían hecho con el poder de los territorios orientales conquistados por Alejandro Magno. Siguiendo a su rey Arseces I, los parnos conquistaron la antigua satrapía de Partia, con cuyo nombre serán conocidos desde ese momento. Nació así una nueva dinastía, la arsácida. Desde este núcleo territorial, situado en el noroeste del actual Irán, consiguieron subyugar a lo largo de todo el S. II a.C tanto Mesopotamia como Persia. Llegaron a gobernar un amplio territorio que se extendía desde el Éufrates hasta el río Indo. Su temible ejército estaba formado principalmente por hábiles jinetes arqueros y por la poderosa caballería pesada catafracta, que fueron el garante de continuidad de un régimen que perduró hasta el S. III d.C y que se enfrentó con éxito en numerosas ocasiones a las legiones romanas, el ejército más poderoso y disciplinado de la época.





En este punto de la historia encontramos a un viejo conocido, Marco Licinio Craso, que en el año 60 a.C formó con César y Pompeyo el primer triunvirato. En el año 54 se repartieron los dominios de Roma, así César obtuvo las Galias, Pompeyo Hispania y Craso la provincia de Siria. El hombre más rico de Roma partió a sus dominios; sexagenario, fisicamente sordo y espiritualmente ciego, junto a su hijo Publio en busca del triunfo, un reconocimiento que aún no había logrado, ya que cuando luchó contra Espartaco sólo había recibido la ovación, una distinción menor. Ese mismo año inició una precampaña con el objetivo de invadir Partia. Aunque no tenía casus belli, necesitaba victorias para cimentar su poder como triunviro de Roma. Con siete legiones (35.000 hombres), cuatro mil jinetes; mil de ellos galos y cuatro mil tropas ligeras auxiliares, cruzó el río Éufrates en Zeugma y conquistó territorio de la Mesopotamia hasta el río Balissos, tomando las ciudades de Carras, Zenodotio, Niceforio, Icnas y Bacnas Allí dejó siete mil soldados de infanteria y mil de caballería como guarnición y regresó a Siria a pasar el invierno.



El temible disparo parto. Sus jinetes eran especialistas en este tipo de disparo con arco. Consistía en girarse y disparar al enemigo mientras se retiraban. En la imagen plato sasánida con arquero. Museo Arqueológico de Teherán.

El 9 de julio del año 53 a.C marchó con todo su ejército, pero en el desierto les esperaba un hábil general que según algunos se pintaba el rostro como una mujer. Su nombre no es conocido, pero las fuentes grecorromanas lo denominan Surena. Es un título hereditario que ostentaba su general, Suren, que lo destacaba como el noble más importante del Imperio parto, jefe de uno de sus grandes siete clanes y mano derecha del rey Orodes II. Tenía bajo sus órdenes un contingente militar formado por mil jinetes de caballería pesada y nueve mil arqueros a caballo.



La temida caballería catafracta. En la estepa Euroasiática, los nómadas sármatas iniciaron la costumbre de proteger a sus jinetes y monturas con armaduras de cuero. Pronto, los pueblos iranios como los partos hicieron lo mismo usando bronce y hierro. Los griegos los llamaron kataphraktoi (catafractos); que significa totalmente cubiertos. Los romanos los bautizaron como clinabarii (hombres horno), en referencia a la terrible experiencia de llevar tan pesada armadura en un clima desértico. Cargaban en formación cerrada y su sola presencia provocaba temor entre sus enemigos. Los jinetes llevaban cascos metálicos con protección para el cuello y armadura de escamas, cota de malla o una combinación de ambas y protegían brazos y piernas con armadura segmentada. Llevaban una larga lanza de 3,5 mt. de largo (kontos) que se sujetaba con ambas manos, al estilo sármata(los sasánidas posteriores la ataban a la silla para que el caballo absorviera el golpe) y cuando se les quebraba usaban sus largas espadas. El caballo se protegía con escamas de bronce o de hierro. Se prefería la primera, ya que el sudor del caballo oxidaba facilmente el hierro.

                                                La Batalla de Carras.


El lugar en el que se desarrolló la contienda fue el desierto cercano a la ciudad de Carras, la actual Harran, en Turquía, seguramente en las inmediaciones del río Balissos (Belik). Es difícil comprender qué llevó a un ejército de infantería tan numeroso como era el romano a emprender una marcha por el desierto en una época del año tan desfavorable y enfrentarse a un enemigo con mayor movilidad y que conocía tan bien el terreno. Las fuentes lo achacan a la incapacidad militar de Craso y a los engaños de un aliado árabe, el rey Ariamnes, que traicionó al general romano. No tuvo en cuenta los consejos de sus lugartenientes ni de su aliado, el rey armenio Artavasdes II, que aconsejaba atacar Partia por el norte, un terreno más propicio para la infantería romana.





Siguió los consejos del rey traidor que trabajaba para los partos y en vez de seguir el curso del río; lo que hubiera sido lo más ventajoso para sus legionarios, prefirió perseguir al enemigo por el desierto. Cuando los dos ejércitos se encontraron, Craso decidió formar un inmenso cuadrado con doce cohortes en cada lado con su correspondiente apoyo de caballería e infantería ligera, evitando así que sus tropas fuesen superadas por los flancos. El resto del ejército, junto con el tren de avituallamiento se situaron en el interior del cuadrado y Surena cambió su plan de ataque y en vez de enviar primero a los catafractos como tenía pensado, lanzó contra los romanos a sus jinetes arqueros. Éstos se dedicaron todo el combate a cabalgar delante de sus enemigos disparando sus potentes arcos compuestos, que podían traspasar las corazas y los escudos de los legionarios, mientras se mantenían fuera del alcance de los proyectiles adversarios. Además combinaban las trayectorias con las que lanzaban las flechas, mientras unos hacían tiros elevados, otros apuntaban directamente a sus enemigos. El resultado fue una constante lluvia de proyectiles que dificultaba una defensa efectiva por parte de los legionarios.






Al principio resistieron estoicamente el continuo ataque de los partos con la esperanza de que los arqueros se quedaran sin proyectiles, como era lo habitual. Pero enfrente tenían a un líder inteligente que había contado con esa eventualidad y por eso había pertrechado un contingente de mil camellos cargados con alforjas repletas de flechas acompañando a su ejército. Así, cuando los jinetes vaciaban sus aljabas podían recargar en este depósito móvil y retornar a su particular tiro al blanco. Para salir de su dramática situación, los romanos intentaron con frecuencia acercarse a los arqueros a caballo. En estos casos, los jinetes se retiraban a la vez que llevaban a cabo el famoso "disparo parto", que consistía en volverse en la silla y seguir aseteando al enemigo incluso en la huida. A la vez que se producía la rápida escapada de los arqueros, los catafractos entraban en acción y cargaban contra el contingente que se había separado del inmenso cuadrado, de tal forma que los legionarios eran eliminados o se veían forzados a regresar a las filas.




























En esta difícil situación, Craso decidió enviar a su propio hijo al frente de los mil jinetes galos, trescientos caballeros romanos, ocho cohortes y quinientos arqueros a buscar un enfrentamiento directo con el enemigo y evitar que su ejército se viera completamente rodeado. Al principio la maniobra pareció tener éxito, pues los partos ante el rápido avance de Publio Craso se retiraron. Sin embargo se trataba de otra estrategia de Surena, que con una huida fingida, había alejado a los romanos del grueso de su contingente. Los rodeó con toda su caballería y comenzó a castigarlos con sus arqueros. Los jinetes galos, a pesar de ser mercenarios temibles y veteranos, tampoco pudieron ofrecer resistencia a los catafractos que cargaban con sus largas picas sobre unos adversarios que no tenían casi ninguna armadura. Se produjeron lances terribles, pero al final se impuso la superioridad parta. Los que habían cargado contra los enemigos fueron exterminados y Publio se refugió en una loma con los últimos supervivientes y allí optó por el suicidio.







Durante el tiempo que duró esta lucha, el grueso del ejército romano había tenido un respiro que Craso aprovechó para disponer sus legiones en línea y avanzar contra el rival. Las tropas parecían cobrar la moral y deseaban entrar en combate, cuando los jinetes enemigos retornaron con la cabeza del hijo del general clavada en una pica. La batalla continuó durante el resto del día, pero los legionarios no pudieron entablar un combate directo, más ventajoso para la infantería, y siguieron sufriendo bajas. Las hostilidades se detuvieron al caer la noche, cuando los arqueros no podían apuntar correctamente y se alejaron para pernoctar lejos de los romanos. Acabó así el día con una terrible derrota para las legiones cuyas consecuencias aumentaron por la desastrosa forma en la que se llevó a cabo la retirada. Cuatro mil heridos fueron abandonados y cuatro cohortes se separaron del resto siendo exterminadas. La mayoría de los supervivientes se encaminaron entonces hacia Carras, pero Surena bloqueó la ciudad. Los romanos intentaron resistir esa noche y aunque unos diez mil lograron escapar de la ciudad sitiada, su general Craso fue atrapado y asesinado. De los cerca de cuarenta mil soldados que cruzaron el Éufrates en busca de la gloria y el triunfo prometido por Craso, unos veinte mil perdieron la vida y otros diez mil cayeron prisioneros.




La muerte de Craso rompió el equilibrio entre los triunviros. La guerra civil entre César y Pompeyo era ya inevitable.


El trágico final de Craso.

Ya en el artículo de Espartaco dí una breve descripción sobre su final, pero aquí en el antro estamos continuamente recopilando datos y aquí dejo dos  nuevas reseñas. Según Dión Casio, una vez que los partos le hubieron dado muerte y para burlarse de la avaricia del general vertieron oro fundido por su garganta. Plutarco cuenta que la cabeza y la mano de Craso fueron enviadas al rey parto Orodes II. Fue mostrada en el banquete de bodas del hijo del soberano, el príncipe Pacoro que contraía nunpcias con la hija del rey de Armenia. Se representaba en esos momentos la tragedia Las Bacantes, de Eurípides. La extremidad fue lanzada al escenario, allí la cogió el actor Jason de Tralles que recitó con ella en la mano: "Traigo desde el monte un tallo recién cortado para el palacio, caza bienaventurada".








Malos augurios y estratagemas.

Plutarco nos cuenta varios detalles curiosos de el día de la batalla. Marco Craso se presentó vestido de negro y no de púrpura, que era el color habitual entre los generales romanos. Sus lugartenientes le advirtieron del mal augurio que eso representaba y Craso se mudó de vestiduras rapidamente. Los presagios funestos continuaron y al parecer, cuando el ejército romano se puso en marcha, "algunas de las enseñas no pudieron ser movidas, sino con gran dificultad por los que las llevaban, de lo que rió Craso y avivó la marcha....". Pero las sorpresas no acabaron aquí para los romanos, que no se dieron cuenta de la cercanía del ejército parto porque "Surena había ocultado el resplandor de las armas, haciendo que los soldados se pusieran sobrerropas y zamarras". Una vez cerca de los romanos, los partos hicieron algarabía con trompas de bronce causando el terror en las legiones y entonces, como por arte de magia, "quitando repentinamente las sobrerropas que cubrían las armas aparecieron brillantes los enemigos con yelmos y corazas de hierro, de extraordinario resplandor". Sí es cierto lo que nos cuenta Plutarco, estamos ante un gran estratega, lástima que la historia sólo nos  dejara su título y no su nombre.



Orodes II invadió Armenia tras vencer a Craso y obligó al rey Artavasdes II a establecer una alianza con Partia. En el 51 a.C saqueó la provincia romana de Siria, hasta que el cuestor Casio logró expulsarlos. Rostro del rey. Museo de la moneda. Zurich.






La capital de los partos, Ctesifonte, estaba situada en el actual Irak. Hoy en día sólo queda en pie la fachada de este bello palacio. ¿Estará aún ahí?.


Bibliografía.

*"Vidas Paralelas". Plutarco. V5.

*"Armas de Grecia y Roma". F. Quesada Sanz.

*"La Batalla de Carras". Artículo de Fernando Lozano.

* "Roma Antigua". Varios autores.

*"Batallas Decisivas". J.F.C. Fuller.







"¿Pues qué creéis, que esto es caminar por la Campania y echáis de menos sus fuentes y arroyos? ¿ No os acordáis de que nuestra marcha es por los linderos de los árabes y asirios?". Así se mofaba Ariamnes de Craso mientras lo conducía a la trampa según Plutarco. Hasta la próxima amigos del antro.