Poltergeist en la Abadía.

Adrien de Montalembert, predicador y limosnero de Francisco I de Francia fue solicitado el 16 de febrero de 1525 para aconsejar acerca de un poltergeist (espíritu ruidoso) que aparecía en la abadía de St. Pierre, Lyon. Los fenómenos comenzaron una noche, cuando la joven monja Antoinette de Grollé se despertó convencida de que alguien le había hecho la señal de la cruz en la frente y la había besado en los labios. Pensó que había sido una ensoñación, pero días despues escuchó unos golpes que parecían provenir de debajo del suelo. Estos sonidos la seguían a todas partes y pensaron que era el espíritu de Alis de Telieux, una religiosa de vida disoluta y alocada que se había fugado con algunas reliquias sagradas y que había fallecido en la pobreza en 1524. Las monjas desenterraron su cuerpo y lo sepultaron en el convento, pero el estrépito

en vez de desapàrecer se hizo más potente. Adrien interrogó al espíritu y suguirió realizar un exorcismo. El ente respondía a las preguntas con un "sí" o con un "no" mediante golpes y el mismo escribió: "Escuché estos golpes muchas veces y, en respuesta a mis preguntas, escuche tantos golpes como los que pedí". Más tarde confirmó que los golpes le habían dado respuestas que ninguna persona viviente podría saber; ¿que le habrá preguntado?. La última aparición del fantasma se registró el 21 de marzo de 1526, fiesta de San Benedicto; santo patrono de las monjas. Durante la comida se escucharon 33 golpes procedentes de la pared del refrectorio y no de debajo de las duelas del piso como las veces anteriores. Las religiosas interpretaron que los 33 años de purgatorio de Alis se habían reducido a 33 días; hecho que pareció confirmarse con la aparición de una brillante luz que duró varios minutos. Ya ven, queridos lectores, parece ser que las hermanas Fox no fueron las inventoras de la comunicación con los espíritus através de raps (golpes) como muchos les atribuyen, sino de un clérigo francés, ver para creer.

Claustro de la abadía de Saint Pierre.