domingo, 17 de diciembre de 2017

¡¡¡EÚREKA!!!. Hoy nos visita ARQUÍMEDES.

Arquímedes de Siracusa. Domenico-Fetti (1620).

Eúreka (con el acento en la u) es en griego clásico la primera persona del singular del pretérito perfecto del verbo eurisko (encontrar, ya sea por casualidad o después de investigar; descubrir, inventar). Como exclamación culta suele prodigarse cuando se da con la solución de un problema intrincado de cualquier tipo. La traducción habitual que se le da es:¡Lo encontré! y suele responder al doble sentido de resolver de un modo casual, repentino o inesperado, un problema que nos ha traído de cabeza durante un tiempo.
Es al parecer lo que dijo Arquímedes cuando descubrió su famoso "principio". Mientras se bañaba observó que un cuerpo sumergido en el agua pierde un peso igual al agua desplazada.
Un hallazgo científico de la más pura concepción inductivista observacional al que tan inmediatamente encontró aplicación en la demostración de la densidad de los sólidos . Sin tiempo siquiera de secarse y vestirse, desnudo y goteando, corrió por las calles de Siracusa hacia el palacio real al grito de ¡Eúreka, Eúreka! ¡lo encontré!. En efecto, había encontrado el método para averiguar que el joyero del rey le había estafado en la confección de una corona por la que había recibido una cierta cantidad de metal puro.
Ἀρχιμήδης nació en Siracusa, Sicilia, a comienzos del siglo III a.C. Pertenecía al entorno familiar de Hierón II, el hábil rey que mantuvo la hegemonía de su ciudad entre las demás antiguas colonias griegas de la isla y fue respetado por "tirios y troyanos".
El polipasto de Arquímedes
Desde su juventud se orientó al estudio de la astronomía,la geometría, las matemáticas, la física y escribió numerosas monografías acerca de estas materias como Sobre la esfera y el cilindro, De los cuerpos flotantes, Del  método relativo a los teoremas mecánicos....... Muy pronto, tras una estancia de estudios en la sabia ciudad de Alejandría, se dedicó, animado por Hierón, a la aplicación practica de sus teorías. Inventó y diseñó numerosos ingenios como el famoso tornillo sin fin, la polea compuesta, un modelo de planetario esférico y otros. A Hierón es al que le dijo aquello de: "Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo".




Tornillo de Arquímedes.

Espejos ustorios.
A la muerte de Hierón, en plena Segunda Guerra Púnica, las legiones romanas del cónsul Mario sitiaron Siracusa por mar y tierra. Pero no contaba con el arma secreta de los siracusanos, la ciencia y la inventiva de Arquímedes, cuyos ingenios bélicos arruinaron los planes romanos; aparatos que arrojaban multitud de flechas o piedras, artilugios de madera que desde la muralla inmovilizaban, volteaban y hundían las enormes quinquerremes, grandes espejos que concentraban el calor solar sobre las naves y las incendiaban (espejos ustorios).
Durante dos años (214-212 a.C), mantuvo en jaque al ejército y a la flota del cónsul.
Según cuenta Valerio Máximo (Hechos y dichos memorables), Marcelo ordenó
La garra de Arquímedes.
que se le perdonara la vida. Pero en el saqueo de la ciudad un soldado entró en la casa del sabio que, abstraído, trazaba unas figuras geométricas con un puntero en el suelo.. Intentó protegerlas con las manos al tiempo que exclamaba" No me lo estropees". Al bárbaro militón aquello le sonó a provocación y le cortó la cabeza. Y concluye Valerio:" De esta manera sucedió que su misma pasión por el estudio, primero le hizo el don de la vida, luego se la quitó".



Asesinato de Arquímedes. Mosaico romano, siglo III d.C





                                     

           



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