martes, 17 de junio de 2014

Teotihuacan. La Morada de los Dioses.



En su apogeo en el 600 d.C, la mayor metrópoli de América abarcaba 20 Km. cuadrados, tenía una población de 150.000 habitantes y era la sexta ciudad en extensión del mundo. Siglos después, cuando los aztecas encontraron la urbe abandonada se impresionaron tanto que la llamaron Teotihuacan: "lugar donde se hacen los dioses". El lugar, situado a unos 50 km.  de la actual ciudad de México ya estaba constituido en en el s. II a.C. Una cueva ritual ubicada aquí se consideraba el lugar donde nacieron tanto la humanidad como el tiempo. Es muy significativo que su entrada estaba alineada con un punto al occidente del
horizonte por donde el Sol se oculta el 12 de agosto y el 29 de abril. Estas fechas, separadas por un recuento de 260 y 105 días (que suman 365 días), reflejan el antiguo sistema mesoamericano, que entremezclaba un calendario ritual de 260 días y uno stándar de 365 días en un periodo de 52 años: pasaban 52 años de 365 días antes de que se repitiera una combinación de fechas. La misma posición del horizonte es el punto donde se ocultan las Pléyades, la constelación que hace su primera aparición anual el primero de dos días cada año que el sol de mediodía pasa directamente sobre la ciudad de Teotihuacan. Alrededor del año 100 d.C se construyó una avenida de 800 mt. de largo en el costado norte de la entrada a la cueva ( línea imaginaria que va del ojo de un observador a la cueva) y alineada perfectamente con la hendidura de la montaña sagrada, hoy conocida como Cerro Gordo. La Calzada de los Muertos( así la llamaban los aztecas) estaba flanqueada por templos y terminaba en la Pirámida de la Luna. Más tarde se construyó sobre la cueva la primera versión de la Pirámide del Sol, de 63 mt. de altura y se centró en la misma línea de visión. Entre el 150 y el 225 d.C, la avenida se extendió hacia el sur hasta un nuevo centro donde se edificaron dos complejos: el Gran Conjunto y la Ciudadela. Las avenidas este y oeste, paralelas al eje de visión de la cueva se cruzan aquí. Este era el cruce de caminos cósmico, es decir, el centro sagrado u "omphalos" teotihuacano.
El Templo de la Serpiente Emplumada se levantó dentro de la Ciudadela y se sacrificaron cerca de 200 personas en la ceremonia inagural. El fin de Teotihuacan es un misterio tan grande como su fundación. Hacia el 700 d.C los templos fueron metódicamente destruidos con fuego; cuándo y por quién, no se sabe de forma exacta y esta gran orbe sigue siendo aún un gran misterio para los historiadores.





























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